miércoles, 26 de febrero de 2014

Volando Bajo

 
El estado de forma de las Águilas del América dista mucho de aquel que Miguel Herrera hizo campeón hace menos de un año. La contundente derrota sufrida ante los Pumas en el Estadio Azteca no hizo más que evidenciar la crisis que se está viviendo en el “nido”.
Muchas veces les cuesta tiempo a los equipos adaptarse a un nuevo entrenador o una nueva filosofía, pero les estaría mintiendo si no digo que la baja en rendimiento de los de Coapa ya se venía mostrando desde antes de la partida del Piojo Herrera. De hecho, me parece que el América alcanza la final del torneo pasado con alguna que otra puntual ayuda arbitral y una pegada que no ha mostrado desde entonces.
No creo que la culpa sea enteramente de Mohammed, el técnico argentino ha buscado modificar el planteamiento lo menos posible. Inclusive siguen defendiendo las jugadas a balón parado cerca del área de la misma forma horrorosa que lo hacían con Miguel Herrera, la cual les costó un gol este sábado en el Azteca.
Hace un año los azulcrema parecían indomables, acabando el torneo regular con sólo tres derrotas, 30 goles a favor y 15 en contra. La forma épica en la que se hicieron del título, ya más que sabida por todos,  aparentemente les hizo más daño que bien. Pues en lugar de buscar fortalecer sus filas y solucionar problemas,  buscaron cubrir la baja de su estrella Chucho Benítez, que en paz descanse, con un fichaje de media categoría, con todo el respeto que merece Luis Gabriel Rey.
La apuesta parecía haber funcionado, pues el América terminaba el torneo regular pasado mejor que cuando fue campeón, con sólo dos derrotas, 31 goles anotados y 12 recibidos; aunque el cierre del torneo no fue del todo genial con 3 empates y 1 derrota. ¿Qué pasó? ¿Qué cambió que afectó tanto al equipo en todas las facetas del juego en tan poco tiempo?
Cuando peor estuvo la selección nacional, de hecho fueron “rescatados” por un gol de último minuto de Estados Unidos, fueron el América y el León quienes aportaron a los jugadores para disputar y golear a Nueva Zelanda en el repechaje. Y desde ahí el América no ha sido el mismo. No ha podido seguir mostrando esa gran pegada al frente ni mucho menos esa férrea defensiva casi infranqueable.
Tomar al América como base del “Tri” los ha perjudicado de gran manera. Estaba claro que jugadores como Miguel Layún no podían seguir mostrando ese gran nivel que tuvo durante unos 3 meses. También era complicado a Raúl Alonso Jiménez que siguiera resolviendo los encuentros sólo cuando el equipo no encontraba el camino. ¿Será que los jugadores están cansados? ¿Qué no están concentrados? ¿O que están jugando en el Azteca con la amarilla pensando estar en el Maracaná con la verde?
Se deben buscar soluciones y pronto, porque quizás los antiamericanistas estén festejando la baja de forma del Águila, pero en cuatro meses se disputa la Copa del Mundo y si estos jugadores serán la base del Tri se necesita que lleguen en el mejor estado posible.
Todavía queda tiempo para “recuperar” a estos jugadores y llegar al Mundial de buena manera, la pregunta es ¿Podrán recuperarlos a tiempo para rescatar este torneo?

lunes, 3 de febrero de 2014

Volando a la historia




¿Por dónde empezar a analizar un Súper Tazón que sorprendió a todos? ¿Por el nervioso y terrible arranque de la ofensiva de Denver? ¿Por cómo Pete Carroll estuvo 5 o 6 pasos delante de su rival John Fox en cada estrategia y jugada del partido? ¿O por cómo la defensiva nunca perdió el control del partido? Difícil decidir cuando hubo tantas cosas que pasaron y que llevaron a una de las masacres más grandes en la historia del Súper Tazón.
En el papel estábamos frente a uno de los duelos más parejos posibles en la historia; de hecho, sólo una vez se habían enfrentado la mejor ofensiva del campeonato contra la mejor defensiva. Y no sólo eso, sino que además la ofensiva de los Broncos había establecido una nueva marca en yardas totales, puntos obtenidos y TD aéreos.
Mientras que la defensiva de los Halcones Marinos no sólo había sido infranqueable sino que además se especializaron en arrebatar balones a sus rivales lo cual dejaba sólo una pregunta en mente de todos.
¿Qué sucede cuando una fuerza indetenible choca con un objeto inamovible?
Pues la respuesta la dieron los chicos de Pete Carroll y fue “La fuerza indetenible es destruida totalmente”.
Desde el primer minuto, la primera jugada, se vieron los nervios en los jugadores de Denver. Y su respuesta no fue la mejor, pues después de verse abajo 5-0 muy temprano en el encuentro, Peyton Manning empezó a “forzar” pases. Cosa que contra esta defensiva se paga muy caro.
Después de una primera mitad sencillamente arrolladora de los Halcones Marinos de Seattle. Los Broncos se fueron al descanso 22-0. La mayoría pensábamos que el descanso le vendría de maravilla a John Fox para poder hablar con los suyos, tranquilizarlos y tratar de reencaminar las cosas.
Pero una vez más la primera jugada fue un golpe anímico, ahora fulminante, para Denver. Pues en la patada para reiniciar el juego Harvin la llevo todo el camino para el touchdown y dar una ventaja de 29-0 a Seattle.
El resto del encuentro fue simplemente un buen manejo por parte de Seattle y un intento desesperado por Manning y compañía por remontar un resultado que ya todos sabíamos que era definitivo.
Por honor, Denver consiguió anotar y buscar un resultado más acorde a sus capacidades. Pero la herida era demasiado profunda y los Broncos terminaron sucumbiendo ante los Halcones Marinos por 43-8, uno de los resultados más abultados de la historia del Súper Tazón.
Mención especial para el “jugador 12” de Seattle, una de las mejores aficiones en todo el deporte. Este año han establecido marcas de ruido en su estadio al grado que los rivales han tenido que usar tapones especiales en los oídos para no ser demasiado aturdidos.
Como “regalo” la compañía fabricante de aviones Boeing, cuya base se encuentra en Seattle, decidió rendirle un tributo a sus Halcones Marinos y a la fabulosa afición. Aquí un par de fotos del avión decorado por Boeing y la ruta de vuelo que tomaron.

 
Felicidades a todos los seguidores de los Halcones Marinos y a los habitantes de esta ciudad norteamericana, que el único festejo que tenían en su historia era un campeonato de NBA conseguido por los Supersonics en 1979.