lunes, 3 de febrero de 2014

Volando a la historia




¿Por dónde empezar a analizar un Súper Tazón que sorprendió a todos? ¿Por el nervioso y terrible arranque de la ofensiva de Denver? ¿Por cómo Pete Carroll estuvo 5 o 6 pasos delante de su rival John Fox en cada estrategia y jugada del partido? ¿O por cómo la defensiva nunca perdió el control del partido? Difícil decidir cuando hubo tantas cosas que pasaron y que llevaron a una de las masacres más grandes en la historia del Súper Tazón.
En el papel estábamos frente a uno de los duelos más parejos posibles en la historia; de hecho, sólo una vez se habían enfrentado la mejor ofensiva del campeonato contra la mejor defensiva. Y no sólo eso, sino que además la ofensiva de los Broncos había establecido una nueva marca en yardas totales, puntos obtenidos y TD aéreos.
Mientras que la defensiva de los Halcones Marinos no sólo había sido infranqueable sino que además se especializaron en arrebatar balones a sus rivales lo cual dejaba sólo una pregunta en mente de todos.
¿Qué sucede cuando una fuerza indetenible choca con un objeto inamovible?
Pues la respuesta la dieron los chicos de Pete Carroll y fue “La fuerza indetenible es destruida totalmente”.
Desde el primer minuto, la primera jugada, se vieron los nervios en los jugadores de Denver. Y su respuesta no fue la mejor, pues después de verse abajo 5-0 muy temprano en el encuentro, Peyton Manning empezó a “forzar” pases. Cosa que contra esta defensiva se paga muy caro.
Después de una primera mitad sencillamente arrolladora de los Halcones Marinos de Seattle. Los Broncos se fueron al descanso 22-0. La mayoría pensábamos que el descanso le vendría de maravilla a John Fox para poder hablar con los suyos, tranquilizarlos y tratar de reencaminar las cosas.
Pero una vez más la primera jugada fue un golpe anímico, ahora fulminante, para Denver. Pues en la patada para reiniciar el juego Harvin la llevo todo el camino para el touchdown y dar una ventaja de 29-0 a Seattle.
El resto del encuentro fue simplemente un buen manejo por parte de Seattle y un intento desesperado por Manning y compañía por remontar un resultado que ya todos sabíamos que era definitivo.
Por honor, Denver consiguió anotar y buscar un resultado más acorde a sus capacidades. Pero la herida era demasiado profunda y los Broncos terminaron sucumbiendo ante los Halcones Marinos por 43-8, uno de los resultados más abultados de la historia del Súper Tazón.
Mención especial para el “jugador 12” de Seattle, una de las mejores aficiones en todo el deporte. Este año han establecido marcas de ruido en su estadio al grado que los rivales han tenido que usar tapones especiales en los oídos para no ser demasiado aturdidos.
Como “regalo” la compañía fabricante de aviones Boeing, cuya base se encuentra en Seattle, decidió rendirle un tributo a sus Halcones Marinos y a la fabulosa afición. Aquí un par de fotos del avión decorado por Boeing y la ruta de vuelo que tomaron.

 
Felicidades a todos los seguidores de los Halcones Marinos y a los habitantes de esta ciudad norteamericana, que el único festejo que tenían en su historia era un campeonato de NBA conseguido por los Supersonics en 1979.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario