miércoles, 3 de abril de 2013

Decepciones Distintas


Hoy se jugó la segunda fecha de la ida de los Cuartos de Final de la Champions League con los duelos entre Galatasaray y Real Madrid en el Bernabéu y el Borussia Dortmund y el Málaga en la Rosaleda y en ambos hubo decepción, sólo que de formas diferentes.
En el primer encuentro los de Fatih Terim amenazaban diciendo que mantendrían su estilo de juego ofensivo y de posesión de balón, cosa que le cae como anillo al dedo a los merengues ya que con sus contras vertiginosas los espacios les facilitan las cosas.
Si bien es cierto que nadie o quizás algunos pocos esperaban la sorpresa por parte de los turcos en tierras españolas, también es verdad que se esperaba un rival “más digno” que plantara cara e inquietara un poco más a los de Mourinho. Pero a pesar de las buenas intenciones y el juego propositivo que intentó el Galatasaray al final se mostraron muy inocentes en defensa y con muy pocas ideas al frente.
El primer gol cayó a los 9 minutos, quizás de la manera favorita del Madrid. Presionaron la salida otomana recuperando el balón cerca de media cancha y un gran pase filtrado de Ozil dejó a Cristiano Ronaldo sólo frente a Muslera y si alguien no perdona nunca, ese es el portugués; definió de bonita forma picando el balón a segundo palo ante la salida desesperada del guardameta uruguayo. 1-0, menos de 10 minutos y los ánimos turcos se venían abajo.
Y todavía se deprimieron más al ver como veinte minutos más tarde Benzemá aprovecha un centro desde la derecha de Essien y un fallo defensivo clamoroso de Eboue que se quedó viendo como frente a él Cristiano y Kaya no alcanzaban de cabeza y la pelota pasaba de largo al “gato” que definió en el área chica. 2-0 y se empezaba a hablar de goleada.
El cuadro turco lo intentó, pero Diego López estuvo bien las pocas veces que fue exigido y empezando el segundo tiempo se preocuparon más en no conceder más goles que en marcar un gol que los acercara un poco.
Higuaín que sustituyó a Benzemá 20 minutos después de iniciar la segunda mitad, cerró el marcador con un buen cabezazo en un cobro de falta por parte de Xabi Alonso. La única mancha en el arbitraje de hoy, que fue importante, fue no pitar un claro penal por Sergio Ramos sobre Yilmaz y además amonestar al turco por simular. Con esta amarilla además se perdería la vuelta.
No dudo que el cuadro del Galatasaray recurra esta amarilla y lo más probable es que quede “perdonada” pero el penal y el posible 3-1 ahí queda. Aun así veo casi imposible que el Galatasaray pueda ganarle a los merengues, con todo y las bajas de Alonso y Ramos por acumulación de tarjetas.
El otro encuentro se enfrentaban dos equipos que se preocupan mucho por darle buen trato a la pelota, controlar el balón y atacar con velocidad. Hubo diferentes situaciones para ambos, la mayoría sin duda fueron para el visitante y en los pies de Gotze, pero la joven promesa alemana no tuvo la fortuna de su lado y la figura de Willy Caballero sigue inconmensurable.
A pesar del 0-0 fue un encuentro intenso y entretenido pero marcado por el miedo de ambos en darle libertades al rival, se mostraron conservadores y reservados. El Borussia consciente de que permitirle un gol al Málaga era darles un empujón anímico muy importante y por el otro lado, los de Pellegrini temerosos del gran valor que tiene un gol de visitante y de lo cómodo que juegan los de Klopp a la contra.
Al final un empate que es justo y un 0-0 que muestra la falta de ambición de ambos que decidieron dejárselo todo para la vuelta en uno de los estadios que más anima y más intimida en toda Europa.
Dos formas diferentes de decepcionar al aficionado. En el primer encuentro el que decepciona es el rival, que parecía que podía ofrecer mayor resistencia y un mejor encuentro pero al final se vio débil y en momentos hasta ingenuo en una eliminatoria que ya ha quedado sentenciada. Quizás la peor noticia para los merengues es que todavía tienen que ir a Turquía y arriesgar alguna lesión o suspensión para las semifinales, la buena noticia es que tanto Ramos como Xabi Alonso se han “limpiado” de tarjetas.
En el otro encuentro la decepción fue la falta de ambición, ambos equipos buscaron el arco rival pero no con la convicción que se requiere a estas alturas del torneo. Atacaron pero se guardaron algo, quizás fue excesivo el respeto que se tuvieron y el que lo pagó fue el aficionado. No fue un mal encuentro, pero sí dejó un sabor amargo ya que se sabe que ambos planteles daban para más.

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