Cerca de
iniciar las ligas Europeas, excepto la rusa que ya dio inicio, y ya comenzadas
las ligas latinoamericanas podemos prácticamente asegurar que el mercado de
fichajes no sufrirá mayores cambios a los ya vistos hasta la fecha de hoy.
El último
bombazo confirmado es el traspaso de Robin Van Persie al Manchester United, muy
malas noticias para Chicarito y ni hablar de Berbatov. Algo que hace unos años
era impensable, un jugador insignia del Arsenal que pasara al Manchester United
era algo más digno de la ficción, o de terror para los aficionados Gunner.
Este
traspaso deja muy claro que el amor por las camisetas ha muerto, que ahora la
mayoría de los futbolistas son mercenarios que se venden al mejor postor sin ningún
tipo de contemplaciones por colores, aficiones o sentimientos. Todo viene por
quien más pague, y en esta época de petrodólares, jeques y millonarios rusos
cualquier cosa puede pasar.
El PSG es
el equipo que ha invertido más dinero en este verano, 132 millones de Euros,
sólo superado por los casi 200 invertidos en la Premier League, algo realmente
asombroso y sólo comparable con los derroches habituales del Chelsea de
Abramovich. Y es este el caso que más me ha llamado la atención, es un proyecto
muy ambicioso en una ciudad que atraería a cualquier futbolista, pero aun así
me parece que hay límites que ciertos jugadores han quebrantado.
Empecemos
por las figuras del AC Milán, tanto Zlatan Ibrahimovic como Thiago Silva no
tenían ninguna necesidad de aceptar el traspaso, además no se puede decir que
sus salarios en el Calcio eran malos, o que el Milán esté acabado. Pero la
cantidad de ceros seduce a cualquiera y ya Zlatan lo había demostrado antes,
pasando de la Juventus al Inter, después al Barcelona y luego al Milán sin
ningún tipo de contemplaciones. Por su parte, Thiago Silva había hecho buenas
declaraciones, hasta había extendido su contrato para alejar el interés del
Barcelona en ficharlo, pero parece que el jeque no sólo sedujo a Galliani con su
propuesta, sino el brasileño también optó por cambiar de aires.
Otro
jugador que cayó en las garras del nuevo gigante europeo, por lo menos en lo
económico, fue “el pocho” Lavezzi. Otro jugador que era titular indiscutible en
el Nápoles y que disfrutaba de la plena confianza de técnicos y directivos,
pero al final parece que el sur de Italia no es tan glamoroso como la ciudad de
las luces.
Estos casos
hablan de cambio de camisetas sin ningún remordimiento por cuestiones
monetarias o bien de prestigio, Zlatan se ha convertido en el jugador que más
dinero ha generado en la historia a base de traspasos. Pero hay casos más
dolorosos, dónde realmente el criterio debió entrar en juego y los jugadores
resistir la tentación.
Ya
mencionado el caso Van Persie, que sin duda es algo que tendrá agitada a la
parroquia londinense durante un tiempo; también tenemos el caso de Marco Reus
en Alemania, de Hazard que esperó un año a ver quién ofrecía más dinero por él
o el caso de Gameiro, que a pesar de tenerlo todo listo con el Valencia decidió
en último momento recalar en el PSG porque era su “equipo desde pequeño” aunque
luego se reveló que la propuesta salarial era casi duplicada por el conjunto
parisino.
Si nos
vamos al pasado tenemos casos donde las aficiones han quedado muy dolidas. Como
el paso de Cristiano del United al Real Madrid o de Figo siendo capitán del
Barcelona cayendo ante las garras nuevamente de Florentino Pérez.
Al final
cada cabeza es un mundo y cada jugador sabrá, o creerá saber, lo que le
conviene en lo profesional y lo personal. Yo siempre he respetado a aquellos
jugadores que si sienten el escudo y la camiseta, jugadores como Alessandro Del
Piero, Íker Casillas, Carles Puyol, Ryan Giggs, Francesco Totti o bien
jugadores emblema en equipos más pequeños como David Albelda, Paolo Cannavaro o
Juan Carlos Valerón. Por lo pronto veamos que le depara el futuro a los
mercenarios de hoy en día y a sus clubes, ¿Aguantarán si no llegan los
resultados?
Sé que la pasión por un club como aficionado es muy profunda, en la mayoría de las ocasiones, incondicional, sin embargo también hay que considerar varios casos en el que el jugador (teniendo un espectro de vida laboral corta) tiene que velar por su futuro.
ResponderEliminarNosotros como profesionistas, trabajando en alguna empresa, no nos criticamos si nos cambiamos de trabajo por más dinero, al contrario, nos felicitamos porque habrá una mejora en la calidad de vida de la persona.
Obviamente en el caso de Zlatan, Christiano Ronaldo o Figo en su momento,(de las traicones futbolísticas maás memorables de todos los tiempos) claramente ha sido una cuestión totalmente monetaria porque vienen de equipos en los que el ingreso que perciben ha sido batante bueno, sin embargo, los ceros (como lo mencionas) les han llamado más.
Pero ¿Existirá el jugador realmente fiel a un equipo en el que más allá del salario que gana, quiera estar ahí por defender los colores de la institución? Alguna vez Federico Vilar pareció serlo en el Atlante, rechazando ofertas de Cruz Azul y se rumoró que de Tigres o el mismo América con la premisa de que "El era Atlantista", y al día de hoy sabemos que está en Morelia, con temporadas bastante grises y una salida del club con el mismo tenor.
Pues veremos que pasa con Van Persie y que tal lo reciben en Londres cuando se reencuentre con los Gunners, sólo el tiempo lo dirá.
Estoy de acuerdo, es muy difícil encontrar jugadores comprometidos y como dices, es entendible dada la corta duración de su carrera. Pero casos como el que mencionsas de Federico Vilar, dudo que el Morelia le esté pagando mucho más de lo que recibía en el Atlante, quizás ahí el cambio vino por otros motivos. Pero sin duda traiciones hay muchas y seguirán habiendo mientras el dinero siga siendo parte tan importante del deporte.
ResponderEliminarComo casos interesantes te dejo dos jugadores totalmente diferentes. Primero el lado positivo, Pablo Infante jugador del Mirandés que destacó bastante la pasada Copa del Rey. Se reveló durante esta que, a pesar de ser la estrella del club, el no cobra por jugar, de hecho tiene su trabajo como cualquier mortal, entrena en las noches, juega los fines de semana y nunca cobra, admirable.
Del otro lado tenemos a Kaká, jugador que se ha negado a salir del Real Madrid a pesar de no jugar si no le respetan su contrato, 10 millones netos anuales. ¿Realmente necesita 10 millones anuales? ¿Le es imposible vivir con 6? Pues eso, los mercenarios estan en todos lados.
Veremos que pasa con Van Persie y los Gunners, pero la traición es casi como si Rooney en su momento hubiese fichado por el Liverpool
tenemos que aceptar que ya se terminó la época de aquellos jugadores que nacen y mueren con una camiseta. Solo por recordar aquella frase celebre de Maradona "yo a Boca le juego gratis!"... eso es algo que ya no veremos mas.
ResponderEliminar