Uno de los pilotos más prometedores de los
últimos tiempos se ha quedado sin asiento en la Fórmula 1, o por lo menos, sin
asiento en las escuderías principales.
Hablamos de Sergio “Checo” Pérez, quién después de un año muy complicado en
McLaren, no ha recibido una oferta para renovar
su contrato.
Aunque si analizamos el rendimiento del piloto
mexicano en el año, vemos que poco más se podía hacer con el monoplaza de la
escudería inglesa.
¿Entonces qué pasó? ¿A
qué se debe esta decisión de no renovar? Todavía más confusiones saltan a la mente
cuando vemos que antes del Gran Premio de Estados Unidos, la escudería había
emitido un comunicado pidiéndole al Checo tranquilidad, que le ofrecerían un
contrato de renovación sin duda.
Regresando de Austin, Sergio Pérez recibe un documento de McLaren pensando que
era el contrato de renovación. Pero no, se trataba de una carta agradeciendo al mexicano por sus servicios y confirmándole
que no recibiría ningún contrato de renovación.
¿Qué pudo cambiar en
tan pocos días? ¿Qué pudo hacer Sergio para molestar o cambiar la opinión de
los directivos de McLaren? La respuesta es nada, absolutamente nada.
Aquí es donde los
patrocinios entran en juego, y a pesar del poder que tenía Sergio Pérez siendo el “consentido” de
Carlos Slim, en este caso jugó
totalmente en su contra.
El nombre completo de la escudería inglesa es Vodafone McLaren Mercedes. Siendo la
palabra clave aquí “Vodafone”, la
compañía de telecomunicaciones más grande del Reino Unido y una de las más
grandes del mundo, ocupando el lugar 33 en la lista Global 2000 de Forbes.
Slim tenía el plan de hacer una “escudería Telmex” en la Fórmula 1, y
vio en el Checo su candidato ideal para llevar la marca y ser el embajador
principal en el deporte motor. En cuanto
a talento, Sergio Pérez sin duda era el candidato perfecto, pero luchar
contra Vodafone en su propio terreno no fue la decisión más astuta.
El mercado Europeo y
sobretodo el británico es muy distinto al de América Latina, las empresas y empresarios
siempre buscan apoyar y dar prioridad a
sus propias compañías y marcas, aunque en algunas ocasiones signifique una
ganancia menor que aceptando inversionistas extranjeros.
La presión de Slim para poner algún emblema o
patrocinio de Telmex o América Móvil en el monoplaza o en el uniforme de los
pilotos fue visto como una fuerte
amenaza para los británicos quienes decidieron irse por la solución más
fácil. Prescindir de los servicios de Sergio Pérez.
No pienso dar consejos de negocios a un gigante
como Carlos Slim, eso ya lo harán otros, pero lo que sí puedo decir es que es
una lástima que un piloto del talento y calidad que tiene el Checo y el
brillante futuro que podría tener en las pistas, se vea opacado y afectado por
luchas de poder y decisiones de negocio.
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