Como es costumbre en todos los deportes en
Estados Unidos, se debe celebrar un partido “de las estrellas”. La diferencia
en la NFL es que este encuentro no sucede a mitad de temporada, como pasa en el
Básquet o el Béisbol, sino que ocurre una semana antes del Súper Tazón.
Muchas han sido las amenazas de la Liga por
suspender este encuentro en el futuro, de hecho, el día de ayer probaron con un
formato alterno para buscar volverle a dar el valor que esperan que tenga.
Dónde se hizo una especie de “encuentro colegial” con dos capitanes seleccionaron
a sus escuadras. Para esta primera versión esos capitanes fueron Deion Sanders
y Jerry Rice.
Los jugadores que podían ser seleccionados
fueron escogidos por los fanáticos y los ganadores de NFL Fantasy, con lo cual se eliminó el formato de AFC vs. NFC que
tenía más de 40 años. Por otro lado, también se hicieron cambios al reglamento
pensando en el espectáculo, en el aficionado y en los jugadores participantes.
El partido fue algo accidentado ya que cayó una
constante lluvia durante todo el encuentro. Hubo un total de 6 intercepciones,
9 capturas de mariscal de campo y dos balones perdidos, números poco comunes en
partidos normales. Pero a pesar de esto los jugadores dieron la talla e
intentaron siempre bridar espectáculo aunque cuidándose de recibir algún fuerte
golpe o bien propiciarlo.
El encuentro se definió por una conversión
doble del equipo de Jerry Rice a falta de 41 segundos para el final. Sin duda
fue un final emocionante pero ¿Valió la pena hacer tantos cambios al formato?
En lo personal pienso que es un encuentro que
está destinado a desaparecer, el aficionado cada vez muestra menos interés en
estos partidos y los jugadores temen mucho el lesionarse en un partido que “no
vale nada”. Además la liga argumenta que año con año son más las pérdidas por
el organizar este encuentro que lo que logran recuperar.
Quizás al no ser estadounidense no estoy tan
acostumbrado y no soy tan partidario de los juegos de las estrellas. Muchas
veces me parecen una pérdida de tiempo y siempre dejan qué desear, ya que nadie
va a realmente sacrificarse o darlo todo en un partido que no tiene mayores
consecuencias.
Pero el caso del Pro-Bowl es todavía peor, es
un encuentro que no creo que aguante 3 versiones más. Aquí no soy sólo yo el
que no le ve el valor sino la gran mayoría de los aficionados a este deporte,
en el estadio en Honolulu había demasiados huecos en las tribunas y no creo que
lo hayan visto por televisión ni siquiera la misma cantidad de personas que
vieron los partidos de Wild Card.
Esperemos a que la Liga dé los números
oficiales, pero pienso que una vez más perdieron dinero en este evento. Y, para
variar, una vez más se quedó corto a las expectativas.
De no haber algún cambio importante este
partido terminará por desaparecer. Y francamente no puedo decir que sería una
decisión que me entristezca demasiado.
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