viernes, 18 de enero de 2013

La gran confesión y decepción

Anoche salió al aire la primera parte de la entrevista, o mejor dicho la confesión, de Lance Armstrong acerca del dopaje.
Como ya había sido confirmado, el ciclista ganador del Tour de Francia en siete ocasiones lo habría hecho con la ayuda de suplementos para mejorar el desempeño. Durante la entrevista habló con cierto detalle lo que había consumido; EPO, transfusiones de sangre, cortisona. Aunque admitió nunca haber sobornado ni a la UCI ni a otros laboratorios para pasar controles.
Una gran decepción para el ciclismo y el deporte en general. Ya se han pronunciado otros deportistas y llamarlo “impostor” o “fraude” son los calificativos más ligeros que se asocian al ya retirado ciclista que se llevó la medalla de bronce en Sydney en el 2000, misma que ya le fue retirada por el COI, Comité Olímpico Internacional.
Lo que quizás tenga a muchos muy intranquilos es la ligereza que respondía las preguntas, prácticamente llamando al mundo entero ingenuo e inocente. Comentarios como “Es imposible ganar 7 tours sin doparse”.  “Había sólo 5 quizás que no se dopaban, esos son los cinco héroes”, luego afirmó que no los consideraba tontos y que la decisión era del ciclista, no de equipo.
En su caso, admitió que siempre fue su decisión y que fueron “sus errores” que nadie lo presionó o llevó a consumir substancias prohibidas.  “La actitud de ganarlo todo la tomé primero ante el cáncer y la transporté al ciclismo. Y eso es malo, quise perpetuar la historia. Ganar era importante y aún me gusta, pero ahora veo el triunfo de otra manera. Doparse era parte del trabajo, así es como yo lo veía"
Sin duda se trata de una entrevista que no tiene desperdicio alguno. Me parece que el daño que ha hecho este hombre a un deporte que siempre está rodeado por la sobra del dopaje y de las transfusiones de sangre apenas está por verse. Es cierto que ya está retirado y sus logros han sido borrados, ¿pero qué pasa con todos los millones obtenidos por patrocinios? Increíble pasó de ser el héroe de muchísimas personas, no sólo de aquellos que padecen o son cercanos a alguien que padezca cáncer, sino de prácticamente todo el mundo, a un villano, un traidor, un fraude.
Todos creían la historia de éxito, el milagro que era una persona que no sólo venció al cáncer sino logró una de las proezas deportivas más significantes, ganar el Tour de Francia. Y no sólo eso, sino que lo hizo en 7 ocasiones  consecutivas. Era demasiado bueno para ser verdad, una lástima ya que es una enfermedad en la que siempre se buscan casos de éxito para motivar y dar ánimos a aquellos que lo necesitan.
Muchos se encuentran indignados, se sienten traicionados por quien por mucho tiempo fue razón de orgullo para toda Norteamérica, ahora no deben saber dónde esconderse. Y todo por una persona capaz de hacer todo por ganar, que su fin valía cualquier medio.
Esperemos que ahora se pueda tomar este ejemplo como el ejemplo negativo, lo que no se debe hacer en los deportes, volver a los valores del juego, la legalidad, la honestidad. Es lo que se necesita hoy en día donde parece que por ganar todo se vale y no es así. Al final es más importante el camino que se traza que el destino final y esto siempre se debe tener en cuenta.
Ojalá todas las personas y sobretodo los niños que hoy claman al cielo pidiendo castigo para el texano, lo tomen como ejemplo a no seguir, y vuelvan los valores deportivos y humanos que tanto necesitamos hoy en día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario