Uno de los
duelos de fútbol más seguidos y esperados del mundo. Un partido que inclusive
gente que no sigue tanto éste deporte lo aprecia. El enfrentamiento entre los
dos titanes de España; Real Madrid y Barcelona, Barcelona y Real Madrid. Dos
equipos con las mejoras plantillas de Europa y quizás los que más pasiones
despiertan a nivel mundial.
El debate
ya desgastado de ¿qué funciona mejor? El fútbol de toque o control del
Barcelona, o el orden táctico para salir con contragolpes vertiginosos y
letales.
En las
últimas jornadas se ha criticado la falta de compromiso defensivo del
Barcelona, un equipo que en momentos ataca hasta con 8 jugadores de campo. Por
el otro lado, los planteamientos de Mourinho siguen siendo cuestionados; muchos
creen que con la plantilla que tiene el equipo debería practicar un fútbol
mucho más vistoso y dominante.
Llegaba el
partido y todas las miradas estaban en los cracks de cada equipo. Por un lado
un Cristiano Ronaldo que ha dejado muy atrás sus participaciones opacas y poco
vistosas en los encuentros importantes, de hecho había marcado en los últimos 6
clásicos disputados, cosa que no había hecho nadie antes.
En frente
tenía a Lionel Messi, el jugador destinado a romper todos los registros del
fútbol, ya con cuatro balones de oro y llevando una campaña verdaderamente
fantástica. 10 partidos consecutivos marcando traía Leo a sus espaldas, otro
hito en el deporte.
A pesar de
que en los últimos partidos al Madrid le había funcionado mucho mejor salir con
un rol más protagonista y no esperar al Barcelona atrás, parece que las bajas
defensivas tenían preocupado al de Setúbal que optó por una estrategia un poco
más conservadora que en los últimos encuentros, además de volver al roce
constante y patadas fuertes a sus rivales.
Por su
parte el Barcelona se hallaba impreciso, Messi no encontraba desbordar ni se
desequilibrante, Xavi no lograba pases con peligro al frente, las subidas de
Alves estaban siendo estériles, el buen partido de Ozil obligó a Jordi Alba a
subir menos de lo que nos tenía acostumbrados; en fin, un partido que no
reflejaba lo que se vaticinaba después del 2-2 en Liga en el Camp Nou.
Cristiano
arrancaba con todo y casi forzaba un penal al primer minuto, la ejecución de la
falta en el borde del área estuvo muy cerca de transformarla en el 1-0 pero
Pinto corrigió a tiempo y evitó el tanto del portugués. Después de esto, poco
más para el 7 del Madrid.
Ante la
falta de finura de Messi fue Iniesta el que tomó las riendas del juego ofensivo
blaugrana, sobretodo en el segundo tiempo, y con su grandísima calidad individual dejaba una y otra vez a sus
marcadores pero con pocos frutos.
Una mal
despeje de Callejón y un mal control de Messi se convirtieron en la asistencia
que Cesc Fábregas necesitaba para abrir el marcador. Apenas iba cinco de la
segunda mitad y parece que el golpe anímico fue fuerte, ya que el Madrid se
veía cabizbajo y el partido visto para sentencia.
Pero ni
Pedro ni el propio Cesc aprovecharon sus claras oportunidades de marcar el 0-2
y a falta de 9 minutos para el final el mejor jugador del partido, el joven de
19 años Raphael Varane se vistió de héroe ahora en el área contraria y mandó al
fondo un centro desde la derecha.
El partido
acabó con el empate en el marcador y pareciera que el Madrid salió satisfecho
mientras el Barcelona descontento. Un partido donde las imprecisiones ofensivas
fueron la verdadera protagonista. Ni Messi, ni Cristiano, ni Benzemá ni Pedro
tuvieron la precisión necesaria para mejorar el marcador a su causa. El empate
me parece justo dadas las llegadas de cada equipo, pero con el 0-1 deja la
sensación de que el Barcelona dejó escapar una oportunidad importante de dejar
relativamente sentenciada la eliminatoria, aunque al Madrid nunca se le debe dar
por muerto.
Por el otro
lado el Madrid superó un reto importante, no caer en casa ante el Barcelona con
4 bajas sensibles en defensa. Irónicamente, cuando jugaron en el Camp Nou por
la Liga, era el Barcelona el que tenía bajas en defensa y el resultado también
fue un empate, en un partido que si fue un duelo mano a mano entre Messi y
Cristiano despachándose con dos goles cada uno.
Ahora falta
un mes para el partido de vuelta. Independientemente de quién avance y quién se
quede atrás esperemos que mejore el espectáculo, ya que este partido poco tuvo
que ver con los que vimos por la Supercopa de España o bien ése encuentro de
Liga en el Camp Nou. Es bueno saber que tanto Messi como Cristiano son humanos,
pero esto no quiere decir que no podamos tener un partido apasionante lleno de
fútbol y escaso de polémica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario