viernes, 8 de febrero de 2013

No se gana con la camiseta

El miércoles se jugó una nueva fecha FIFA, con muchos amistosos bastante atractivos como el Holanda – Italia, Inglaterra – Brasil, Francia – Alemania, España – Uruguay o el Suecia – Argentina. Partidos donde hubo alguna sorpresa y se pudieron observar cosas interesantes pero dónde realmente se estaba jugando algo era en el inicio del hexagonal de la CONCACAF.
Era la primera fecha de esta fase final para clasificar al mundial. Donde los seis mejores equipos del continente, o al menos dado lo demostrado en fases previas, se pelean a duelos ida y vuelta por un lugar en el tan preciado torneo.
A primera hora se enfrentaban Honduras contra los Estados Unidos de Jürgen Klinsmann. El cuadro catracho jamás había sido capaz de superar al conjunto de las barras y las estrellas que pareció salir al campo con demasiada tranquilidad, muy relajado, esperando ganar el partido cómodamente antes de jugarlo.
Y las cosas no le iban mal, pues al minuto 35 después de un gran pase bombeado Clint Dempsey definió de volea un bonito gol para poner al 0-1 en San Pedro Sula. Pero el calor, la mala marca estadounidense y el exceso de confianza fueron el peor enemigo de los visitantes. Sólo tres minutos más tarde la defensa norteamericana era testigo de un verdadero golazo por parte de Juan Carlos García, quien empalmó de chilena un gran pase con el pecho de su compañero Víctor Bernárdez., magistral.
El segundo tiempo fue un poco más de lo mismo, pero los minutos se le hacían eternos al conjunto de Estados Unidos que al minuto 66 ya había realizado sus tres cambios. Al 78, un buen pase filtrado a Oscar García terminó con un pase al centro donde apareció sólo Jerry Bengston para marcar el definitivo 2-1.
Resultado que jamás se esperaban los aficionados al “soccer” pero que no fue para nada injusto, quizás de hecho el conjunto Hondureño mereció algún gol más.
El siguiente partido fue protagonizado por Panamá y Costa Rica. El conjunto tico goza de mucha más historia y reconocida calidad futbolística, pero esto se debe mostrar en la cancha, no en el papel. En la cancha el conjunto Panameño fue una ola roja que arrasó con Costa Rica que parecía no sabía lo que estaba pasando.
Al minuto 14 un remate dentro del área de Luis Henríquez volvió locos a todos en el Rommel Fernández. Y cuando todavía no se creía que Panamá estuviera ganando y dominando a los ticos cayó el segundo, obra de Román Torres. Apenas corrían 25 minutos y Panamá ya llevaba dos y se veía muy sólido en la cancha.
A 7 minutos para el final de la primera mitad, el cuadro costarricense mostró algo de actitud y orgullo y acortó distancias con un remate de Saborío en jugada a balón parado. Acabó así el primer tiempo donde los panameños dominaron durante más de media hora del cotejo.
La segunda parte fue distinta a la primera. Los ticos no querían irse de Panamá manos vacías y los istmeños parecían quedarse sin ese toque y grandes combinaciones que mostraron en la primera mitad. Aun así estuvieron muy cerca de mantener la ventaja pero al 83 Brayan Ruíz decidió que el 2-2 era el resultado más justo. Un partido que si a Costa Rica le hubiesen dicho lo que iba a sufrir para sacar un empate de Panamá, jamás lo hubiesen creído.
El último encuentro de la jornada se disputó en el Estado Azteca entre México y Jamaica. Una selección Jamaiquina que ya no es tan corta futbolísticamente como en el pasado y un México que se llevó muy en serio la idea que en el Azteca siempre van a golear a sus rivales.
Pero el partido empezaba muy mal para el tri, los jugadores andaban lentos, imprecisos, faltos de motivación. Por su parte los reggae boyz  iban a todas y luchaban con sus armas; muy bien parados tácticamente y buscando contras a gran velocidad.
Pues para dar una idea de cómo estuvo el encuentro la figura fue José Corona, el portero de la selección mexicana, de no ser por él quizás la catástrofe hubiese sido completa.
La cantidad de errores cometidos por los jugadores mexicanos llevó a desesperar a su propia afición que se dedicó a silbar y abuchear los últimos minutos del encuentro y a corear todas las acciones del rival. Al final, México tuvo la suya y estuvo muy cerca de ganar un partido que no mereció; pero una salida valiente y a tiempo por parte de Ricketts evitó lo que hubiese sido demasiado castigo para el cuadro caribeño. El encuentro concluyó 0-0 a pesar de los 6 minutos de añadido que dio el árbitro y los aficionados no ocultaron su enojo ante uno de los peores partidos que se han jugado en el mítico estadio.
3 partidos y tres resultados dónde quién partía como favorito se durmió en la comodidad de esa situación.
El fútbol ha cambiado, hoy en día es un deporte mucho más combativo y parejo, si no se entrega el 100% en la cancha las probabilidades de ganar se disminuyen de sobremanera. No se puede subestimar a un rival sólo porque no tenga los mismos logros históricos, pues la historia es eso, pasado, y en 90 minutos cualquier cosa puede pasar. Siempre se debe salir a la cancha a ganar con fútbol y no con la camiseta, quizás ahora se tomarán los compromisos con la seriedad y profesionalidad que la eliminatoria amerita.

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