Muchas veces ser entrenador de una selección
nacional puede ser un verdadero dolor de cabeza. Sólo falta ver todas las
dificultades y adversidades contra las que tuvieron que luchar los últimos
entrenadores del Tri.
Pero parece ser que las cosas han cambiado.
Desde que Miguel El Piojo Herrera se
hizo con la selección nacional, se respira y observa un ambiente de mucha más
calma, jugadores más tranquilos y concentrados, un equipo luchando por un bien
común.
No quiero darle todo el crédito al ex técnico
del América. Aunque sí ha tenido mucho que ver, su mayor logro ha sido la
correcta elección de jugadores. Buscando hacer un “equipo” de verdad y no una
suma de individuos.
El considerar los dos mejores equipos de México
del momento como base para la selección ha funcionado de forma magistral.
Copiando, guardando todas las distancias, el modelo de la selección española;
dónde se tiene como base a los dos clubes más grandes de su liga y luego
simplemente se complementa con algún jugador de otro equipo. De igual forma
ocurre con la selección italiana pero de una manera más extrema, pues es
prácticamente un solo equipo el que aporta el 11 inicial de la Azzurri.
El amistoso disputado el día miércoles sirvió
para probar alguno de estos jugadores externos al “bloque” y la verdad es que
no desentonaron. Si bien es cierto que el rival no puso mayor oposición luego
del primer gol Azteca, también es cierto que el rendimiento de los “debutantes”
o “jugadores a prueba” fue fantástico.
Aprovechando el gran momento que vive en Toluca
el conejo Brizuela, se le dio la
oportunidad de mostrar sus cualidades con la camisa verde. A su vez, un
delantero normalmente ninguneado como lo es Pulido, tuvo el chance de disputar
minutos con la selección nacional.
El resultado fueron 3 goles del hombre de Tigres
y constantes internadas y peligro generado por el extremo escarlata. Lo cual no
hace más que brindarle un abanico de posibilidades al técnico que inclusive
tiene jugadores para estrategias y momentos diferentes.
Ahora el problema de Herrera será escoger
quienes son los mejores elementos para llevar a Brasil. ¿Deberá seguir su
filosofía de jugadores del fútbol nacional con algún refuerzo? ¿O buscar
convencer y sacar lo mejor de los que militan en Europa? Bendito problema el
que le han puesto sobre la mesa jugadores como Raúl Jiménez, Alan Pulido o
Isaac Brizuela. Quienes en las escasas oportunidades que han tenido, Pulido
debutó este miércoles con tres goles, han sabido sacarle mucho más provecho que
muchas “estrellas contrastadas” del fútbol Europeo.
A muchísimos técnicos les encantaría estar
ahora en los zapatos de Herrera, tener demasiado de donde escoger y que la
lista de 24 se te quede corta. Quién lo iba a decir, meses después de México
haber estado con pie y medio fuera del Mundial ahora llega con jugadores de
calidad de sobra, ¿Estará tomando nota de todo esto Luiz Felipe Scolari?