La noticia
de la semana ha sido sin duda la destitución de Roberto Di Matteo como
entrenador del Chelsea. Y es que los resultados se le han negado después de una
etapa llena de éxitos inesperados como lo fue conseguir la obsesión del dueño,
la UEFA Champions League.
Razones ha
tenido Abramovich para destituir Di Matteo, han conseguido sólo 2 puntos en los
últimos cuatro encuentros de la Premier League y después de cinco jornadas y a
sólo una del final de la etapa de grupos de la UCL el técnico italiano ha
dejado al equipo cerca de conseguir un récord que nadie quería, no alcanzar los
octavos de final como campeón defensor.
También hay
que agregar que el magnate ruso no tenía intención de ratificar a Di Matteo
como técnico del equipo, pero al lograr la Champions League y la FA Cup, no le
quedó opción. Era de esperarse que a la primera racha negativa de los “Blues” rodara
la cabeza del técnico.
¿Hizo mal
en dejarlo ir? Pues hoy en día las exigencias son mucho más altas que antes y
si alguien siempre ha mostrado corta paciencia con sus técnicos ése es Roman
Abramovich. Ya son 8 los que han desfilado desde que se hizo cargo del equipo
en 2003.
En lo
personal nunca me gustó el estilo de juego de Di Matteo, ganó la Champions
pasada con más fortuna y desaciertos del rival que méritos propios. Lo que si
supo hacer muy bien fue controlar a las vacas sagradas del vestuario, cosa que
su antecesor Villas-Boas jamás logró.
Es cierto
que la suerte dejó de estar ahí, de hecho ya debería estar eliminado de
Champions si no es por un gol, inmerecido, marcado de forma agónica por Moses
contra el Shakthar. En liga el equipo arrancó como una tromba y se quedó sin
aire muy rápido, o sin fútbol. Hazard pasó de ser un crack de cuidado a un
jugador muy intermitente que pasa más tiempo desaparecido que liderando el
ataque. La enésima supuesta resurrección de Torres no prosperó y “el niño” ya
ni siquiera disfrutaba de la titularidad. Mata se ha apagado un poco, quizás el
hecho de no ser convocado a los últimos compromisos con España hayan
desmotivado un poco al ex Valencia.
Pero, ¿Por
qué substituirlo ahora? Ya la clasificación a octavos en Champions no depende
de ellos, así gane o pierda su último compromiso es más que probable que haya
acuerdo de no agresión, o “biscotto” como lo llaman los italianos, entre la
Juventus y el Shakthar para pasar segundos y primeros respectivamente, dejando
al Chelsea fuera.
La liga
sigue estando al alcance, los grandes siguen mostrando irregularidad y esto
abre la puerta para que cualquiera de ellos se pueda alzar con el título. En la
Carling Cup siguen con vida y el Mundial de Clubes se disputa en un par de
semanas.
Si ya se
había cometido el error, a mi punto de vista, de ratificarlo luego de la
destitución de Villas-Boas no debieron echarlo ahora. Quizás dejarlo disputar
en mundial de clubes, ver como se desempeñaba el equipo en liga. Si al final no
se ganaba el trofeo intercontinental ni se mostraba una mejora importante en el
juego y en la Liga, pues llegaría el momento de mostrarle la puerta.
Me parece
un gesto mal agradecido por parte de Abramovich cuando su sueño y fantasía era
lograr una Champions League y Di Matteo se la dio, contra todo pronóstico, la
campaña pasada. Pero así es esto, algunos no tienen paciencia y otros parecen
tener demasiada. El Jeque dueño del Manchester City no sé hasta cuándo va a
aguantar a un Mancini que no ha dado resultados y que el fútbol brilla por su
ausencia, a pesar de que se le ha dado todo lo que ha pedido, pero eso es arena
de otro costal, ya más adelante le dedicaré una entrada completa a este tema.
El
sustituto de Di Matteo será Rafael Benítez, un hombre que vivió sus mejores
años logrando cosas que parecían imposibles en España, dos títulos de Liga con
el Valencia. Y luego llevando al Liverpool a la gloria más reciente que se le
recuerda.
¿Podrá Rafa
Benítez recuperar a “tormenta” Torres? Sin duda es el último entrenador que lo
ha visto funcionar al más alto nivel, fue él quien lo pidió al Liverpool y
quien lo hizo uno de los delanteros más grandes en la historia de la Premier
League. Sin duda Del Bosque estaría más agradecido que el propio Abramovich si
logra tal faena.
Veamos cómo
se adapta el vestuario a los planteamientos de Rafa, ya vimos en el Inter que
no todos lo siguen con la misma lealtad que lo seguían en Valencia o en
Liverpool, su estilo de entrenar es bastante físico y se basa en la presión
sobre el balón y las salidas rápidas. El plantel parece estar diseñado para
este estilo con dos puñales por las bandas como lo son Mata y Hazard y la
velocidad y habilidad en punta de, en su mejor versión, Fernando Torres. Yo
tengo mis dudas más por la comunión que pueda haber en el vestuario que por la
idea de Benítez; si lo siguen y creen en el no dudo que termine en los puestos
más altos de la Premier y con la FA o Carling Cup en sus vitrinas a final de
año; de lo contrario sabemos que Abramavich no le temblará el pulso en deshacerse
de otro entrenador sin remordimientos, como nos tiene acostumbrados hasta
ahora.
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