lunes, 12 de noviembre de 2012

El proyecto de Cruyff sobrevive... por ahora

La idea del dueño de las Chivas de Guadalajara de traer al “Flaco” Johann Cruyff como asesor del equipo en lugar de invertir en mayores y mejores refuerzos ha sido cuestionada desde el inicio.
Dicho proyecto tendría diferentes objetivos. El primero era mejorar la forma de jugar del cuadro tapatío, implementar esa filosofía de juego de toque y posesión ofensiva que tanto ha maravillado con el Barcelona y la selección holandesa. Segundo, mejorar el manejo de las fuerzas básicas para seguir alimentando de buenos jugadores a bajo costo al primer equipo. Y por último, se buscaba que con los contactos de Cruyff en Europa, el equipo sirviera como un escaparate para la exportación de jugadores mexicanos al viejo continente.
Sin duda un proyecto muy ambicioso y sobretodo difícil de digerir para los mexicanos en general, ya que no entendían por qué traer a una persona que, por muchos éxitos que haya disfrutado como jugador y entrenador, no conociera el entorno, la idiosincrasia y el fútbol mexicano.
Ante éstas barreras la tolerancia era baja, los resultados debían llegar y pronto para contrarrestar la presión ejercida por los aficionados y la prensa misma cuestionando y rechazando esta posible propuesta.
Como era de esperarse los resultados no llegaban, Chivas era incapaz de ganar y los problemas solo se multiplicaban. Con las Olimpíadas perdieron a muchas figuras importantes ya que el conjunto está formado exclusivamente por jugadores nacidos en México. Además de esto, sufrieron lesiones de elementos clave del equipo dejando aún más mermado al plantel y teniendo que hacer uso de muchos jóvenes de la cantera.
El fútbol que ejercían los de Van’t Schip, técnico holandés apuntado directamente por “el Flaco”, no era una mala propuesta de juego, pero se estaba mostrando inoperante al frente y muy frágil en defensa. Lo cual llevó al cuadro rojiblanco a no conocer la victoria en las primeras cuatro fechas, con dos derrotas y dos empates. De hecho, en los primeros ocho encuentros disputados por el campeonato local sólo consiguieron dos victorias, tres empates y tres derrotas.
Su cierre de temporada tampoco fue algo fantástico. En las siete fechas restantes obtuvieron un balance de cuatro victorias, dos empates y tres derrotas. Cerrando un torneo marcado por la irregularidad con seis victorias, cinco empates y seis derrotas.
Gracias a resultados cruzados, victorias de Morelia y Pachuca sobre Santos y Chiapas respectivamente, podrán participar en la Liguilla en su primer año de emplear esta nueva filosofía y este nuevo proyecto. Quizás con esto podrán calmar un poco las voces contrarias que buscan desacreditar un proyecto que apenas está empezando.
No voy a decir que estoy a favor o en contra del proyecto ya que hay mil formas distintas de hacer las cosas y no existe una verdad absoluta, sobretodo en el fútbol. Pero si hay algo que siempre debe tenerse en cuenta es que las cosas llevan tiempo y que hay que ser congruentes con filosofías e implementaciones. No se puede esperar, o sería incorrecto creer, que de la noche a la mañana el conjunto de Guadalajara jugaría como el Barcelona de Guardiola o el mismo Cruyff.
Hay que ser leales a las ideas y darles el tiempo necesario para crecer y desarrollarse, quizás no sea una decisión correcta o un proyecto adecuado, o tal vez sí; pero eso sólo lo dirá el tiempo. Me parece muy prematuro juzgar un cambio de esta magnitud en tan sólo unos meses de trabajo, meses que además estuvieron condicionados por tantos factores externos que no permitieron llevar el cambio con la fluidez necesaria.
La visión de fútbol que tiene Johann Cruyff es maravillosa, un fútbol basado en la posesión ofensiva del balón y de crear oportunidades quizás sacrificando solidez defensiva, sin duda algo muy vistoso pero que no necesariamente sirve para todos los conjuntos. Yo siempre he sido de la idea que tanto los entrenadores como las filosofías de un club o un equipo deben adaptarse más a los jugadores que se tienen que buscar adaptar a los jugadores a ella.
Por ejemplo, si se tiene un equipo donde de los veintidós jugadores del plantel, ocho son defensas, doce son mediocampistas y sólo dos delanteros. Está claro que se deberá jugar con un solo punta o inclusive un punta falso en casos necesarios. O bien si se tienen sólo seis defensas, diez mediocampistas y seis delanteros, está claro que lo que convendría sería jugar con una línea de tres en el fondo.
En esto sí me parece que ha fallado el asesoramiento del holandés ya que ha llegado a imponer una idea y una filosofía sin haber estudiado sus recursos, con qué contaba, cuáles eran las áreas fuertes y donde sufría el plantel de Guadalajara.
Por el bien del conjunto tapatío y del fútbol mexicano en general espero que funcione, ya que como mencioné anteriormente me parece una manera fantástica de jugar el deporte, aunque insisto, no es la única. Por lo pronto démosle el tiempo necesario al proyecto para desenvolverse y ya se verá si fue una apuesta correcta, un error o simplemente un capítulo gris en la historia de la institución.

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