La idea del
dueño de las Chivas de Guadalajara de traer al “Flaco” Johann Cruyff como
asesor del equipo en lugar de invertir en mayores y mejores refuerzos ha sido
cuestionada desde el inicio.
Dicho proyecto
tendría diferentes objetivos. El primero era mejorar la forma de jugar del
cuadro tapatío, implementar esa filosofía de juego de toque y posesión ofensiva
que tanto ha maravillado con el Barcelona y la selección holandesa. Segundo,
mejorar el manejo de las fuerzas básicas para seguir alimentando de buenos
jugadores a bajo costo al primer equipo. Y por último, se buscaba que con los
contactos de Cruyff en Europa, el equipo sirviera como un escaparate para la
exportación de jugadores mexicanos al viejo continente.
Sin duda un
proyecto muy ambicioso y sobretodo difícil de digerir para los mexicanos en
general, ya que no entendían por qué traer a una persona que, por muchos éxitos
que haya disfrutado como jugador y entrenador, no conociera el entorno, la
idiosincrasia y el fútbol mexicano.
Ante éstas
barreras la tolerancia era baja, los resultados debían llegar y pronto para
contrarrestar la presión ejercida por los aficionados y la prensa misma
cuestionando y rechazando esta posible propuesta.
Como era de
esperarse los resultados no llegaban, Chivas era incapaz de ganar y los
problemas solo se multiplicaban. Con las Olimpíadas perdieron a muchas figuras
importantes ya que el conjunto está formado exclusivamente por jugadores
nacidos en México. Además de esto, sufrieron lesiones de elementos clave del
equipo dejando aún más mermado al plantel y teniendo que hacer uso de muchos
jóvenes de la cantera.
El fútbol
que ejercían los de Van’t Schip, técnico holandés apuntado directamente por “el
Flaco”, no era una mala propuesta de juego, pero se estaba mostrando inoperante
al frente y muy frágil en defensa. Lo cual llevó al cuadro rojiblanco a no
conocer la victoria en las primeras cuatro fechas, con dos derrotas y dos
empates. De hecho, en los primeros ocho encuentros disputados por el campeonato
local sólo consiguieron dos victorias, tres empates y tres derrotas.
Su cierre
de temporada tampoco fue algo fantástico. En las siete fechas restantes
obtuvieron un balance de cuatro victorias, dos empates y tres derrotas.
Cerrando un torneo marcado por la irregularidad con seis victorias, cinco
empates y seis derrotas.
Gracias a
resultados cruzados, victorias de Morelia y Pachuca sobre Santos y Chiapas
respectivamente, podrán participar en la Liguilla en su primer año de emplear
esta nueva filosofía y este nuevo proyecto. Quizás con esto podrán calmar un
poco las voces contrarias que buscan desacreditar un proyecto que apenas está
empezando.
No voy a
decir que estoy a favor o en contra del proyecto ya que hay mil formas distintas
de hacer las cosas y no existe una verdad absoluta, sobretodo en el fútbol.
Pero si hay algo que siempre debe tenerse en cuenta es que las cosas llevan
tiempo y que hay que ser congruentes con filosofías e implementaciones. No se
puede esperar, o sería incorrecto creer, que de la noche a la mañana el
conjunto de Guadalajara jugaría como el Barcelona de Guardiola o el mismo
Cruyff.
Hay que ser
leales a las ideas y darles el tiempo necesario para crecer y desarrollarse,
quizás no sea una decisión correcta o un proyecto adecuado, o tal vez sí; pero
eso sólo lo dirá el tiempo. Me parece muy prematuro juzgar un cambio de esta
magnitud en tan sólo unos meses de trabajo, meses que además estuvieron
condicionados por tantos factores externos que no permitieron llevar el cambio
con la fluidez necesaria.
La visión
de fútbol que tiene Johann Cruyff es maravillosa, un fútbol basado en la
posesión ofensiva del balón y de crear oportunidades quizás sacrificando
solidez defensiva, sin duda algo muy vistoso pero que no necesariamente sirve
para todos los conjuntos. Yo siempre he sido de la idea que tanto los
entrenadores como las filosofías de un club o un equipo deben adaptarse más a
los jugadores que se tienen que buscar adaptar a los jugadores a ella.
Por
ejemplo, si se tiene un equipo donde de los veintidós jugadores del plantel,
ocho son defensas, doce son mediocampistas y sólo dos delanteros. Está claro
que se deberá jugar con un solo punta o inclusive un punta falso en casos
necesarios. O bien si se tienen sólo seis defensas, diez mediocampistas y seis
delanteros, está claro que lo que convendría sería jugar con una línea de tres
en el fondo.
En esto sí
me parece que ha fallado el asesoramiento del holandés ya que ha llegado a
imponer una idea y una filosofía sin haber estudiado sus recursos, con qué
contaba, cuáles eran las áreas fuertes y donde sufría el plantel de
Guadalajara.
Por el bien
del conjunto tapatío y del fútbol mexicano en general espero que funcione, ya
que como mencioné anteriormente me parece una manera fantástica de jugar el
deporte, aunque insisto, no es la única. Por lo pronto démosle el tiempo
necesario al proyecto para desenvolverse y ya se verá si fue una apuesta
correcta, un error o simplemente un capítulo gris en la historia de la
institución.
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