Si hay algo
que se les puede atribuir a los norteamericanos es saber organizarse de la
mejor manera posible para sacar el mayor provecho de las cosas. Con los
deportes no cambia la dinámica. Y es que en la ex colonia británica no dejan
espacios libres ni tiempos muertos.
En Octubre
acabó la temporada de las grandes ligas y ya podíamos ver como el clima
empezaba a afectar; tanto el frío como las lluvias comenzaban a hacer lo suyo y
a dificultar la práctica de deportes exteriores, o por lo menos deportes donde
los factores climáticos influyen y dificultan el desarrollo de los mismos.
Con esto en
mente se ha organizado el calendario deportivo anual en los Estados Unidos.
Donde durante la primavera y verano se juega béisbol, conocido como “el
pasatiempo nacional”, durante otoño e invierno se juega Fútbol Americano,
deporte de invención propia y quizás el más seguido en el país, y durante el invierno
y primavera se juega Básquetbol para evitar que los deportes se canibalicen en
cuanto a transmisiones televisivas ni en asistencia a los estadios.
Quizás el
más afectado sea la NHL, un deporte enteramente invernal que tiene que disputar
ratings televisivos y participación de sus aficionados con otros dos deportes.
Mucho más
atrás queda el Fútbol tradicional, cuya temporada termina en diciembre. Aunque
como se trata de un deporte con muchos menos seguidores sólo se busca que los
factores climáticos no sean demasiado extremos, evitar el invierno.
El
calendario entonces queda de la siguiente manera:
Como se
puede apreciar únicamente la postemporada de Hockey y la de Básquetbol se
estorban entre ellas; del resto ninguna postemporada se empalma con otra para
así garantizar la mayor cantidad de aficionados en el estadio así como el rating
televisivo.
Es una
forma ordenada de hacer las cosas buscando que el aficionado pueda siempre
disfrutar de sus deportes favoritos sin tener que sacrificar nada, claro este
“disfrute” del fan también tiene un valor económico bastante importante para
los equipos y para las televisoras, pero no se puede discutir que con esta
organización el que más gana es el aficionado.
Sería
interesante aprender y buscar imitar ciertas partes del modelo, porque parece
increíble que en Latinoamérica la mayoría sólo sigue el fútbol y aun así cuesta
organizarnos para disputar dos torneos de un mismo deporte. Definitivamente
falta practicidad, hasta para nuestros pasatiempos, hasta para el deporte.
Interesante analisis, sin duda la idiosincrasia se refleja en todos los aspectos...
ResponderEliminarSería bueno buscar sacar el mayor provecho posible con mejor organización. Al fin y al cabo no tenemos que luchar con múltiples deportes y pasiones ni con condiciones climáticas extremas.
ResponderEliminarDebería ser relativamente fácil poder organizar de mejor manera dos o hasta tres torneos al año, si en Europa se puede ¿por qué en Latinoamérica no?