El tema que
está en prácticamente todos los medios deportivos esta mañana. Y es que después
de lo ocurrido ayer, en el spotlight
de la NFL como lo es el Monday Night Football, se ha iniciado una fuerte
polémica que era precisamente lo que la NFL quería evitar.
Desde antes
de iniciar la temporada los referees decidieron realizar su “lockout” para
presionar a la liga, la NFL, a que cumpliera sus demandas. Éstas demandas
incluían mejoras salariares y un plan de pensiones garantizado. Lo que discute
la NFL es que éstos empleados no realizan un trabajo exclusivo, la mayoría por
no decir todos tienen trabajos adicionales a éste, además, la NFL no ha llegado
a ser un negocio de 9 mil millones de dólares por complacer a todos lo que les
exigen dinero.
Al no
querer cumplir con lo solicitado por los referees, éstos decidieron pasar a
“lockout” y no volver a arbitrar hasta que se les dé una solución. La NFL, para
contra restar la presión decidió traer a los llamados “referees sustitutos”
algunos promovidos de la liga colegial pero la mayoría vinieron de la LFL, sí,
es correcto, la Lingerie Football League.
Muchos
errores se han cometido, en tan sólo tres jornadas se han visto a entrenadores
y jugadores perder la calma por igual ante controversiales decisiones
arbitrales. La NFL ha tratado de bajar la presión mencionando que los promedios
de banderas o pañuelos lanzados por encuentro se ha mantenido igual que con los
“referees oficiales”, lo cual es cierto, pero lo que no mencionan es el
excesivo tiempo que se están tardando en tomar decisiones o inclusive el tomar
la decisión correcta al no conocer perfectamente el reglamento. Los encuentros
están tardando mucho más de lo normal, se realizan conferencias entre los
referees prácticamente para cada jugada y se tienen que revisar muchas más
repeticiones de las que se acostumbra.
El error en
el arbitraje siempre ha sido parte del deporte, ese factor humano que puede
cambiar un encuentro o inclusive la historia. Decisiones controversiales
siempre han existido y si hablamos del Fútbol Americano tampoco es nada nuevo,
de hecho, es uno de los deportes que más tecnología emplea para evitar
precisamente fallos de “las cebras”.
El problema
es que ahora está todo bajo la lupa, la NFL tiene la presión de garantizar que
la competencia no se verá afectada por emplear referees sustitutos. Los
referees buscan que se levante la polémica y todos pidan su regreso a gritos
para conseguir el mejor contrato posible con la NFL. Los referees sustitutos
buscan hacer un buen trabajo para quedarse con el puesto, muchos de ellos
habían sido inclusive despedidos en la LFL. Y el aficionado y equipos buscan
que el torneo se desarrolle de la mejor manera posible sin que sus intereses se
vean afectados.
Todo se
estaba cumpliendo bien, había quejas pero las justas, se habían cometido
errores pero ninguno había determinado un encuentro, ninguno le había costado
la derrota a algún equipo. Lo más cercano fue aquel gol de campo de Baltimore
el Domingo por la noche que le valió la victoria sobre Nueva Inglaterra y
Bellichick perdió los nervios e inclusive tomó al referee principal del brazo. Pero
siendo sinceros no hay ninguna repetición que justifique las reacciones del
entrenador en jefe de los Patriotas y la persona mejor colocada en el campo fue
quien tomó la decisión con un punto de vista privilegiado que las cámaras, ni
Bill Bellichick, tuvieron.
Lo de ayer
fue algo diferente. En un encuentro que se había notado que se definiría por
pequeños detalles decidieron ser los referees sustitutos ese punto de
inflexión. No quiero hablar de robos o predisposiciones arbitrales y más cuando
no me parece claro, el caso me parece aún más alarmante, me parece que
simplemente no supieron manejarlo.
En el
último cuarto, cuando los nervios estaban a flor de piel de todos los jugadores
nadie se dio cuenta que los más nerviosos eran los referees, y de ahí empezaron
a nacer los errores.
Las últimas
dos posesiones fueron clave. Primero Green Bay, que se encontraba por debajo en
el marcador, tuvo una muy buena serie ofensiva que culminó con el touchdown que
los ponía 4 puntos por encima de Seattle con poco más de 2 min de juego. Pero
en esta serie hubo un par de decisiones controversiales, primero una
interferencia de pase que no lo pareció nunca y luego un cambio de 4ta y corto
a 1ro y gol que le dio vida a los empacadores.
Cuando
Seattle tuvo el ovoide no logró anotar a pesar de quedarse en la yarda 12; pero
antes de esto ya se había marcado una interferencia de pase defensiva realmente
ridícula, de hecho, si habría que marcar algo en dado caso era interferencia
ofensiva.
Esta
infracción ayudó que para la última posesión de la noche los Halcones Marinos
tuvieran una buena posición de campo. Dicha posición fue bien aprovechada con
un “Ave María” al final del encuentro que soltó la controversia.
¿Quién tuvo
la posesión primero? La regla indica que si la recepción es de forma simultánea
se le otorga a la ofensiva, pero en este caso creo que no se podía considerar
una recepción simultánea. El pase es interceptado por el defensivo y luego el
ofensivo alcanza a poner manos en el ovoide, pero a mi manera, y de muchos, de
verlo nunca hubo posesión simultánea.
La decisión
fue tomada y mantenida inclusive después de ser revisada y de ahí se soltó toda
la polémica. No ha habido nadie cercano a la NFL que no se haya pronunciado
ante lo ocurrido ayer.
Esto sin
lugar a dudas ayuda más que nunca a los referees que tendrán más poder de
negociación que antes, sólo habrá que ver que tanto puede aguantar la NFL la
marea de críticas que van a llover en estos días y rezar porque este fin de
semana sea algo ejemplar en cuanto a arbitraje se refiere. ¿Se imaginan el
circo que se armaría con otro arbitraje polémico? Espero que el problema se
resuelva pronto, ya que ni jugadores ni aficionados tienen la culpa de las pretensiones
económicas de unos u otros.
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