Ayer se inició la temporada regular de la NBA
con tres enfrentamientos de alta calidad. Los actuales campeones Miami Heat contra
los Chicago Bulls, el derby angelino con
el choque entre Lakers y Clippers y un duelo entre dos conjuntos en puntos
opuestos, unos Orlando Magic que no quieren ni recordar la temporada pasada
ante los Indiana Pacers que esperan repetir, y de ser posible mejorar, lo
alcanzado el año pasado.
El “Tip-Off” se dio en el Bankers Life
Fieldhouse, donde
los Pacers recibían a unos esperanzados Orlando Magic. La primera mitad fue un
buen intercambio de golpes dónde el equipo de Florida salió con una ventaja
mínima de un solo punto.
Pero los dirigidos por Jacque Vaughn no
lograron mantener el ritmo y en la segunda mitad la efectividad de George y el dominio de las tablas de Hibbert
acabaron con cualquier esperanza de dar la campanada. 87-97 el marcador final y
primera derrota, probablemente de muchas, del cuadro peninsular.
El segundo encuentro era un choque de trenes,
dos equipos que muestran facetas muy distintas de este deporte. Primero el
Heat, actual bi-campeón y un equipo que parece imparable, con su Big Three y un
sacrificio defensivo muy bien inculcado por Erik Spoelstra.
Por su parte, los Bulls volvían a contar con su
gran estrella, Derrick Rose, además de ser el
único equipo que terminó con marca positiva el año pasado ante el
todopoderoso Heat, dada a esa garra y entrega que da toda la quinta en todos
los sectores de la cancha durante todos los minutos del partido.
Por desgracia Rose se vio precipitado, impreciso, desconfiado, lo cual afectó de
gran forma a su equipo. Sobre todo en un segundo cuarto desastroso donde el
Heat fue implacable y sacó una ventaja de 19 puntos, para un total de 21 arriba en la primera mitad.
Los locales quitaron el pie del acelerador y
los Bulls vendieron cara la derrota, como siempre. Al final el margen se
reduzco a una derrota mucho más honrosa
de 95-107.
El plato fuerte llegó ya tarde en la noche. En
el Staples Center se cruzaban los nuevos
Clippers de ‘Doc’ Rivers contra los Lakers sin Kobe ni Howard, por lesión y
el otro por traspaso después de una temporada discreta en el equipo de
Hollywood.
La primera mitad mantuvo un ritmo frenético y
la efectividad de ambos equipos estuvo altísima con un comienzo casi perfecto de JJ Redick para los Clippers.
Al último cuarto los visitantes llegaban con
una ventaja de 4 puntos, si bien es cierto que es una corta ventaja y más en
este deporte, creo que pocos estaban
preparados para el histórico cuarto que tendrían los Lakers.
Liderados por Meeks, Farmar y Henry inspirados,
anotando 9, 9 y 12 puntos respectivamente de los 41 que endosaron los Lakers
para llevarse el partido por 13 puntos. Staples Center despidió a los suyos de
pie ¡qué forma de cerrar el primer día!
Ya volvió, un nuevo año, un nuevo campeonato,
equipos rearmados y otros debilitados ¿Qué
traerá este año? ¿Podrá alguien parar al Heat y su Big Three?
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