A pesar de que hoy se juegan fechas de
Eliminatorias Mundialistas, Venezuela no verá acción al ya haber concluido con
todos sus enfrentamientos. La Vinotinto ha quedado muy cerca del
objetivo, más cerca que nunca, pero no ha sido suficiente.
Es cierto que el fútbol venezolano ha crecido
mucho en los últimos años, también su afición y con ello sus exigencias. Es por
esto que me parece que ha llegado el
momento de cada quién tomar su rumbo. Ha llegado el momento de alguien más,
de alguien diferente.
Ya se vivió en el pasado
con Richard Páez,
no quiero entrar en detalles de las controversias que se generaron o no durante
su mandato en la selección nacional, pero si analizar los resultados que obtuvo
y el cambio de mentalidad que se logró en su tiempo.
Para el Mundial de Francia 1998, Venezuela había sido la última calificada
de la zona con tan sólo tres puntos producto de tres empates. Ninguna
victoria registró la Vinotinto en
este proceso eliminatorio y recibió la frívola cantidad de 41 goles anotando
sólo 8. Una de las selecciones de fútbol
más débiles del mundo, queda claro.
En 2001 Páez toma el
timón de la
selección y los siguientes procesos eliminatorios mostraron una mejoría
impresionante.
Para el Mundial de Corea y Japón 2002, Venezuela terminó en penúltimo lugar del
sector con 16 puntos, consiguiendo 5 victorias. Para Alemania 2006, fue octava con 18 puntos.
La tendencia era clara, el fútbol en Venezuela
venía a la alza pero todavía faltaba un paso más. La mentalidad ya había
cambiado, ahora faltaba dar un salto de calidad.
Ese salto de calidad
se ha visto con César Farías, quién tomó la selección desde el 2008 con el objetivo muy claro,
clasificar a Venezuela a su primer Mundial.
En su primer intento, Sudáfrica 2010, estuvo
muy cerca de lograrlo. Venezuela logró
22 puntos y se quedaba a tan sólo dos del repechaje.
Para las eliminatorias para Brasil 2014 se
llegaba con mucho optimismo después de una participación histórica en la Copa
América 2011 en Argentina, alcanzando el cuarto lugar, los aficionados pedían
más ¡creían más!
Pero no pudo ser, Venezuela quedará a dos, tres
o cinco puntos de Uruguay, dependiendo del resultado de los Charrúas el día de
hoy. Un intento noble y digno, pero una
vez más no ha sido suficiente.
Agentes del Cambio
El crecimiento y manejo de la selección
venezolana de fútbol se está llevando de buena manera. Primero se buscó mentalidad ganadora, hacer creer a los jugadores y aficionados que se podía mejorar, que
el último lugar y la humillación constante no era el rol que tenía que sufrir
la Vinotinto con cada proceso
eliminatorio. Richard Páez fue ese agente, y cumplió su función con creces.
El segundo paso era dar un salto de calidad en
juego, no sólo obtener resultados sino
además verse mejor, tener una idea futbolística más clara, más ordenada y mejor
ejecutada. Éste fue el rol de César, si bien también se esperaba alcanzar
el Mundial en esta “fase” me parece que el objetivo fue algo ambicioso y
apresurado.
Ahora toca el turno del tercer paso, la persona
que llevará a Venezuela a disputar su primer Mundial, quizás un buen candidato sea Rafael Dudamel, quien
calificó a la selección Sub17 al Mundial de la categoría a disputarse más
adelante este año.
Lo que me queda claro es que el proceso de
Farías con la selección ha terminado, ya ha dado todo lo que puede dar que ha
sido bastante, pero por desgracia no suficiente. Muchas gracias César, siempre serás recordado como el primero técnico
que le dio a la Vinotinto un estilo
de jugar fútbol, un sentido dentro de la cancha.
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