martes, 15 de octubre de 2013

¡Gracias por todo César!

A pesar de que hoy se juegan fechas de Eliminatorias Mundialistas, Venezuela no verá acción al ya haber concluido con todos sus enfrentamientos. La Vinotinto ha quedado muy cerca del objetivo, más cerca que nunca, pero no ha sido suficiente.
Es cierto que el fútbol venezolano ha crecido mucho en los últimos años, también su afición y con ello sus exigencias. Es por esto que me parece que ha llegado el momento de cada quién tomar su rumbo. Ha llegado el momento de alguien más, de alguien diferente.
Ya se vivió en el pasado con Richard Páez, no quiero entrar en detalles de las controversias que se generaron o no durante su mandato en la selección nacional, pero si analizar los resultados que obtuvo y el cambio de mentalidad que se logró en su tiempo.
 Para el Mundial de Francia 1998, Venezuela había sido la última calificada de la zona con tan sólo tres puntos producto de tres empates. Ninguna victoria registró la Vinotinto en este proceso eliminatorio y recibió la frívola cantidad de 41 goles anotando sólo 8. Una de las selecciones de fútbol más débiles del mundo, queda claro.
En 2001 Páez toma el timón de la selección y los siguientes procesos eliminatorios mostraron una mejoría impresionante.


Para el Mundial de Corea y Japón 2002, Venezuela terminó en penúltimo lugar del sector con 16 puntos, consiguiendo 5 victorias. Para Alemania 2006, fue octava con 18 puntos.
La tendencia era clara, el fútbol en Venezuela venía a la alza pero todavía faltaba un paso más. La mentalidad ya había cambiado, ahora faltaba dar un salto de calidad.
Ese salto de calidad se ha visto con César Farías, quién tomó la selección desde el 2008 con el objetivo muy claro, clasificar a Venezuela a su primer Mundial.
En su primer intento, Sudáfrica 2010, estuvo muy cerca de lograrlo. Venezuela logró 22 puntos y se quedaba a tan sólo dos del repechaje.
Para las eliminatorias para Brasil 2014 se llegaba con mucho optimismo después de una participación histórica en la Copa América 2011 en Argentina, alcanzando el cuarto lugar, los aficionados pedían más ¡creían más!
Pero no pudo ser, Venezuela quedará a dos, tres o cinco puntos de Uruguay, dependiendo del resultado de los Charrúas el día de hoy. Un intento noble y digno, pero una vez más no ha sido suficiente.
Agentes del Cambio
El crecimiento y manejo de la selección venezolana de fútbol se está llevando de buena manera. Primero se buscó mentalidad ganadora, hacer creer a los jugadores y aficionados que se podía mejorar, que el último lugar y la humillación constante no era el rol que tenía que sufrir la Vinotinto con cada proceso eliminatorio. Richard Páez fue ese agente, y cumplió su función con creces.
El segundo paso era dar un salto de calidad en juego, no sólo obtener resultados sino además verse mejor, tener una idea futbolística más clara, más ordenada y mejor ejecutada. Éste fue el rol de César, si bien también se esperaba alcanzar el Mundial en esta “fase” me parece que el objetivo fue algo ambicioso y apresurado.
Ahora toca el turno del tercer paso, la persona que llevará a Venezuela a disputar su primer Mundial, quizás un buen candidato sea Rafael Dudamel, quien calificó a la selección Sub17 al Mundial de la categoría a disputarse más adelante este año.
Lo que me queda claro es que el proceso de Farías con la selección ha terminado, ya ha dado todo lo que puede dar que ha sido bastante, pero por desgracia no suficiente. Muchas gracias César, siempre serás recordado como el primero técnico que le dio a la Vinotinto un estilo de jugar fútbol, un sentido dentro de la cancha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario