Después de las dos derrotas consecutivas
sufridas por los Boston Red Sox, pocos podrían pensar que ganarían tres
encuentros al hilo, y más cuando dos de ellos se disputaban en San Luis.
Pero el destino tenía otros planes, y después
de la tragedia durante el maratón de Boston, la gente recibió la gran alegría de volver a festejar una Serie Mundial
en Fenway Park. Algo que no ocurría desde las épocas de Babe Ruth, 1918
para ser exactos.
Una Serie Mundial que lo tuvo todo, grandes
duelos de pitcheo, fantásticas apariciones en el plato, polémica, jugadas
increíbles. Pero de lo que más tuvo esta
Serie Mundial fue de un Big Papi intratable,
ya los últimos dos partidos se empezó a considerar un out imposible.
No es para menos, los números de David Ortiz
fueron impresionantes durante el clásico de otoño. 11 hits en 16 turnos para un
promedio de .688 y un promedio de en base
de .760, 2 dobles, 2 jonrones, 6 impulsadas. Pocas dudas quedaban que el
Papi se llevaría el premio al Jugador Más Valioso; de hecho, me sorprende que no hayan creado un premio
especial por su actuación, algo así como Jugador Más Monstruoso o algo
similar.
Para que pongan en contexto lo realizado por Big Papi, es el segundo mejor promedio de en base de toda la historia de la Serie
Mundial, el número uno sigue siendo de Billy Hatcher en su grandísima Serie
con los Cincinnati Reds en 1990.
Pitcheo
Sin duda fue la gran clave de esta Serie
Mundial. El equipo de los Cardenales
lanzó para una efectividad de casi 4 carreras por cada nueve entradas (3.98)
media carrera por encima del 3.42 obtenido en la temporada regular. Por su
parte, los Boston Red Sox lanzaron para
un asombroso 1.84 cuando en la temporada regular lo habían hecho para 3.79.
Bateo Oportuno
Aquí es donde quizás se marcó la diferencia que
decantó la Serie para el equipo de la Conferencia Americana. La importancia de
poder conectar hits en momentos clave, como ayer el doble que limpió las bases
de Victorino, es la segunda clave para ganar campeonatos. Increíblemente San Luis conectó más hits que Boston durante
esta Serie Mundial, 45 a 41, pero Boston anotó casi el doble de carreras 27
a 14.
De esas 27 carreras, 22 vinieron gracias al
bateo oportuno, con hombre en posición de anotar, Boston consiguió un promedio de .250 en esta situación, casi manteniendo
lo realizado durante la temporada
regular, .278. Por su parte, los
Cardenales habían tenido una temporada regular asombrosa con un promedio
estratosférico de .330 en éstas situaciones, durante la Serie Mundial no
hicieron gala de esta habilidad y lo pagaron caro, sólo batearon para .214.
Casi 100 años tuvo que esperar Boston para
volver a celebrar una Serie Mundial en su mítico estadio, cuatro años tuvieron
que pasar para que un conjunto de la Conferencia Americana volviera a triunfar.
Sin duda estos jugadores de los Red Sox
ponen un listón muy alto en el apoyo y lo que significa Boston Strong. ¡ Muchas felicidades a todos los seguidores
de Boston!
Nota: Todos los datos y estadísticas pueden ser
consultados en www.mlb.com
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