miércoles, 16 de octubre de 2013

#YouAreWelcomeMexico


Ayer México concretó el peor proceso eliminatorio en su historia al caer derrotado en Costa Rica y alcanzar únicamente 11 puntos de 30 posibles. Pero gracias a dos goles “in extremis” del seleccionado Estadounidense todavía podrían lograr el pase a la Copa del Mundo por la vía del repechaje.
El “tri” ha mostrado carencias en todas las facetas del juego. Con una delantera que, salvando a Oribe, se ha visto muy ineficaz en todo el proceso, con un Javier Hernández fallando toda clase de goles, inclusive de penal.
El medio campo se ha destacado por el desorden, tanto con el Chepo como con Vucetich no parece haber una idea clara de qué debe hacer cada jugador, y si la hay, la ejecución está siendo lamentable. A rescatar la actitud de Giménez (nacionalizado) y el ímpetu de Peña, llamado por Vucetich.
La defensa, ni qué decir, han permitido un promedio de un gol por partido pero por grandes actuaciones de Ochoa o Corona. Quizás no se han visto vulnerables en todos los momentos del partido pero las distracciones en momentos específicos han generado situaciones demasiado claras para el rival, si no están de acuerdo vean los primeros 45 minutos contra Jamaica en el Azteca y me avisan si no merecían ir perdiendo por 3 o más goles.
La soberbia de México estaba claro que le pasaría factura algún día, y ese día fue ayer. El constante menosprecio de la selección, y de los mexicanos en general, a todos los países centroamericanos ha llevado a “omitir” el crecimiento del fútbol en la zona, donde ya definitivamente el “gigante” de la zona ha pasado a manos Norteamericanas y el segundo lugar, de momento, se disputa entre Costa Rica y México, pero cualquier día Honduras, Panamá o el Salvador, a pesar de no llegar al hexagonal, te pueden dar una sorpresa.
México sigue pensando que todos los países juegan como Martinica o Haití, donde la pregunta no es si México ganará o no, sino por cuántos goles lo hará. La soberbia del “tri” ha llegado a tal, que se piensa que con la camiseta ya se ganan los partidos.
Esto no es así, a México le urgía una cura de humildad. Antes de compararse con España, Italia o cualquier otro país Europeo, primero tiene que superar a Costa Rica y Honduras, luego ver que tan lejos se encuentran de la selección de “las barras y las estrellas” y después pensar en más.
Quizás se alcance el objetivo, México podría jugar el Mundial si logra eliminar a Nueva Zelanda en el repechaje, una selección muy joven que tiene mucho más tiempo preparándose, por lo que otro pecado de soberbia no sería perdonado.
México debe entender su lugar, una selección que en este momento es mediocre cuando mucho, que sus jugadores se mueven por dinero y no por pasión y que el respeto al rival parece no estar en el vocabulario.
Urgía una cura de humildad y se ha recibido, ¿Aprenderá México de este proceso eliminatorio o se seguirá pensando que tienen a 11 Messis jugando con la verde? El primer paso esta en la cultura, aprender a respetar y valorar, mientras México como país no haga esto su selección seguirá siendo un reflejo de su soberbia.

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