La semana
pasada vivimos un momento histórico en la historia de las Grandes Ligas. Por
primera vez desde que se expandieron las conferencias con la inclusión de los
comodines, se llegó a un quinto y definitivo juego en todas las series
divisionales. Sin duda una gran muestra de lo equitativo y nivelado que se
encuentra el certamen este año, y es que la verdad cualquiera de los que
accedieron a esta postemporada podrían llevarse el “clásico de otoño”
Americana:
La liga
Americana quizás sea la más reñida de todas. Los encuentros divisionales eran
entre Yankees y Orioles por un lado y Atléticos y Tigres por el otro. Duelos
muy equitativos entre poder y calidad de picheo, quizás en la parte ofensiva
los Yankees y los Tigres están algo por encima que sus rivales.
Durante la
temporada regular los “bombarderos del Bronx” y los Orioles de Baltimore se
vieron las caras 18 veces, saldando estos enfrentamientos con 9 victorias por
bando. Llegando al día viernes ya se había jugado cuatro partidos divisionales
y estábamos 2-2, más igualdad imposible. De hecho, si vemos los enfrentamientos
durante la serie también tenemos casi una igualdad absoluta en los números,
exceptuando ese catastrófico noveno inning del primer juego de la serie donde
los Yankees consiguieron 5 carreras. Después de eso todos los enfrentamientos
se definieron por una sola carrera exceptuando el último donde se lo llevaron
los muchachos de Girardi por dos carreras.
En la otra
costa de los Estados Unidos se definió la serie divisional el día jueves.
También llegando 2-2 con una remontada para la historia por parte de los atléticos
que perdían la serie 2-0 saliendo de Detroit. Para darle mayor dramatismo aun
en el cuarto juego perdían 1-3 entrando a la baja de la novena. Pero una
desastrosa salida de José Valverde permitió que los A’s los dejaran en el
terreno y llegar al quinto juego. Por desgracia para los locales Justin
Verlander estuvo intratable en el juego decisivo y los Tigres pasaron a la
serie de Conferencia.
Ahora ya
llevamos dos encuentros disputados entre Yankees y Tigres, ambos jugados en la “gran
manzana” donde los felinos han salido victoriosos. El problema principal de los
“bombarderos” es precisamente ese, los bates se encuentran muy fríos, sus
figuras principales han dado una cátedra en como poncharse y como dejar a
hombres en posición de anotar.
Durante el
primer encuentro fueron tres veces que los locales llenaron las bases pero en
ninguna de las oportunidades lograron anotar. Llegaron a la baja de la novena
entrada perdiendo 0-4 pero otro desastre de Valverde permitió llevar el partido
a extra innings. En éstos vino la peor noticia para los Yankees y los fanáticos
del béisbol en general. Fractura de tobillo para Derek Jeter que lo dejará
fuera el resto del año con lo que le pone fin a su racha de 158 partidos de
postemporada jugados de manera consecutiva.
Para mayor
desgracia el encuentro lo terminó ganando el visitante en la 12da entrada en
parte gracias a la lesión de Jeter que no pudo concretar una jugada que parecía
que sería el fin de la entrada.
Ayer los
Yankees continuaron con su pésimo ritmo de bateo, y es que será muy complicado
para los neoyorkinos ganar ante uno de los mejores picheos de la liga cuando
Canó, Alex Rodríguez, Granderson y Swisher están en una de las peores rachas de
la historia. Ya rompió récord Robinson Canó con sus 0-25 al bat en
postemporada. Al final la victoria fue de nuevo para los Tigres que esperaban
llevarse una victoria de Nueva York y terminaron llevándose todo el botín.
Si añadimos
que mañana el lanzador por Detroit será Verlander es fácil creer que para el
miércoles los Yankees estarán 0-3 y jugándose la vida en el Comerica Park. ¿Habrá
barrida en la conferencia Americana? Todo parece indicar que para allá vamos,
pero hay que recordar que el lanzador para detener la hipotética barrida el día
miércoles será CC Sabathia que ha estado simplemente intratable.
Nacional:
Las series
divisionales por la Conferencia Nacional parecía que se pintarían de rojo. Por
un lado teníamos a los Rojos de Cincinnati y por el otro a los Nacionales de
Washington enfrentando a San Francisco y San Luis respectivamente, los dos
últimos campeones de las mayores.
Los rojos
fueron el mejor equipo durante la temporada regular seguidos muy de cerca
precisamente por Washington, lo que nos hacía pensar que ambos se estarían
enfrentado por la Conferencia quizás barriendo a su rival.
Nada más
lejos de la verdad, la serie no sólo estuvo muy igualada sino que al final
tanto Gigantes como Cardenales mostraron por qué ganaron las últimas series
mundiales.
San
Francisco dio vuelta a un mal inicio de serie divisional y se dio el gusto de
ganar en Cincinnati con un Grand Slam de su figura Buster Posey. Los rojos
simplemente no supieron aprovechar las múltiples ocasiones que tuvieron y los
nervios pudieron con sus lanzadores en momentos clave.
San Luis
por su parte mostró que es uno de los equipos más difíciles de vencer. Cuando
parece estar todo listo y sentenciado renace para hacerse con una victoria que
parecía imposible, deberían cambiar el nombre del equipo por otra ave, el ave
Fénix.
Mejor no
pudo quedar retratado esto que en el quinto y definitivo juego donde en la
primera entrada los locales conseguían batear Triple, Doble y Jonrón, inclusive
tomaron una ventaja de 6-0 y luego de 7-1. Aun así los relevistas de San Luis
lograron mantener el daño hasta ahí y la ofensiva empezó a responder.
En la alta
de la novena, cuando Washington estaba a un solo strike de ganar la división,
los Fénix de San Luis resurgieron para anotar 4 carreras y llevarse la victoria
por 9-7.
Ahora en
las serie de conferencia vemos por primera vez en muchísimos años el duelo
entre los dos últimos campeones. Sin lugar a dudas el picheo de San Francisco
no es lo que era hace dos años, y tienen la sensible baja de su cerrador
Wilson, pero aun así presentan una amenaza seria para estos Cardenales que tienen
en David Freese una verdadera garantía para impulsar carreras, y es que en sus
25 juegos de postemporada lleva 25 corredores traídos al plato, marca superada
únicamente por una legenda del deporte, Lou Gherig.
Visto lo
visto me parece que la serie mundial se disputará entre Tigres y Cardenales,
pero nunca hay que descartar a los Yankees, que dependen enormemente que sus
bates despierten más temprano que tarde ya que el tiempo se les viene encima.
El problema de San Francisco es diferente, ya que no están haciendo las cosas
mal a nivel ofensivo pero requieren mucha concentración y grandes actuaciones
para poder controlar a la poderosa ofensiva de los Cardenales. ¿Quedará alguna
nueva sorpresa esta temporada?
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