lunes, 29 de octubre de 2012

Muchos Gigantes para los Tigres

Acabó la Serie Mundial “Del Caribe” como se esperaba después de los dos primeros encuentros. Los Gigantes de San Francisco barrieron a los Tigres de Detroit sin demasiada oposición. Y es que si hay algo que el béisbol siempre nos ha demostrado es que se trata de un deporte de momentum, de ritmo.
Los Gigantes venían enrachados y crecidos, revirtieron la Serie de Conferencia cuando estaban abajo 1-3 y todavía tenían que jugar un encuentro de visitante antes de buscar la magia en el AT&T. Con un Marco Scutaro decisivo, King Fu Panda y Buster Posey oportunos además de salidas fantásticas de Zito, Vogelsong y Matt Cain; si añadimos el descubrimiento de Sergio Romo como cerrador implacable los Gigantes se veían mucho más poderosos que en cualquier momento de la temporada regular.
Por su parte los Tigres de Detroit venían de barrer a los todopoderosos Yankees de Nueva York. Quizás su éxito en la Serie de Conferencia fue su peor enemigo, pues tuvieron seis días de descanso y su lanzador estrella, Justin Verlander, no lanzó en ocho. Mucho descanso, mucha falta de ritmo, de exigencia y se notó en todos los sectores.
En el primero encuentro Verlander fue vapuleado como nunca en su carrera, el Kung Fu Panda se encargó de sacarla del parque en dos oportunidades, luego lo haría nuevamente frente a Alburquerque. Impresionante el ritmo mostrado por Sandoval y por los Gigantes en general que no solo apabullaron a los Tigres, sino marcaron cual sería la tendencia de la serie.
Lo visto durante la temporada regular se invirtió. Los abridores de San Francisco estaban intratables mientras que las grandes estrellas de Detroit no pudieron controlar los enrachados bates del Lineup californiano. No conformes con eso, los relevistas felinos siguieron mostrado sus carencias ya palpadas durante la temporada regular mientras sus rivales no dieron espacio a la esperanza.
La falta de ritmo también se vio reflejada detrás del plato. Los principales bateadores de Detroit (Jackson, Infante, Cabrera, Fielder y Young) acabaron la serie con terribles números. 246 de promedio de bateo, con 4 impulsadas, las otras dos impulsadas fueron por parte de Jhonny Peralta. Sólo 6 carreras anotadas y veinte hits en toda la serie, sin duda un bajón muy complicado de reponerse.
Los únicos que podrían decir que dieron la cara por el equipo son Miguel Cabrera, 230 de Promedio con 3 impulsadas; Delmon Young, 357 de Promedio con 1 remolcada; y el ya mencionado Peralta. Pero Cabrera debe irse con un sabor muy amargo, no sólo no pudo traducir sus logros en la temporada regular a la Serie Mundial sino en el encuentro 3 tuvo un turno que para mí decidió la serie. Abajo el equipo por dos carreras y le tocó batear con bases llenas. Falló y con ello los Tigres perdieron todas las esperanzas en la remontada.
Por San Francisco los números son bastante diferentes. 16 anotadas con 32 hits, diez carreras y doce imparables más que sus rivales. Además, como mencionábamos, un Pablo Sandoval incontrolable, 500 de promedio con 4 impulsadas, por algo ganó el MVP. Por su parte Pagan, Scutaro, Posey y Pence batearon de forma combinada para 271 y 7 impulsadas, más impulsadas que todo el Lineup de los Tigres. Además hay que agregar que la carrera decisiva que les da la Serie Mundial fue impulsada en el décimo inning por Marco Scutaro.

La Serie Mundial terminó con sello latino. El lanzador de padres mexicanos, Sergio Romo, volvió a mostrar que está a un nivel impresionante, haciendo olvidar al especial talento de Brian Wilson. Lo trajeron a acabar con la posible fiesta, ganando el partido 4-3 tocaba lanzarle a nada más y nada menos que el top del lineup felino. Primero ponchó a Austin Jackson, luego hizo lo propio con Avisail García y por último quedaba el duelo que el mundo entero quería ver con la serie en la línea. Romo contra el Triple Corona Miguel Cabrera, todos estaban de pie, era en ese momento o nunca para los Tigres. Romo mantuvo el control, con un slider fantástico y una recta aún mejor. Al final liquidó al venezolano con una recta en la esquina de afuera que lo dejó petrificado. Festejo y victoria épica de San Francisco en esta Postemporada.

Una fantástica enseñanza de nunca rendirse por parte de los parte de los Gigantes de San Francisco que vuelven a estar en lo más alto de la mano de Bochy, un entrenador que sabe muy bien sacar lo mejor de sus peloteros, sobre todo en los momentos difíciles.
Por el otro lado es un golpe muy fuerte para los Tigres que quizás a inicio de temporada no habían presupuestado llegar a la Serie Mundial barriendo a los Yankees pero el mal sabor de boca con el que se van no podrán quitárselo en mucho tiempo.
Una lástima que grandes temporadas como la de Cabrera o la Verlander no terminen con el broche de oro que parecía obtendrían, pero así es este deporte, llegaron fuera de ritmo, sin momentum y los Gigantes de Scutaro, Romo, Cain y Sandoval no fallaron en los momentos clave y aprovecharon sus oportunidades para llevarse la Serie Mundial de una de las formas más cómodas que he visto. Requiere mucho talento y esfuerzo hacer algo tan complicado parezca sencillo y es por esto que estamos hablando de jugadores muy grandes, sencillamente GIGANTES.

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