En todos
los deportes siempre se van dando nuevas tendencias, modificaciones a las formas y
maneras de jugar regularmente para dar paso a un cambio revolucionario, que
poco a poco irá transformando la forma de entender el juego y eventualmente se
volverá la costumbre hasta que llegue un nuevo movimiento, una nueva manera.
Estas
tendencias en los deportes se pueden quizás comparar con la moda, donde los
cambios que se realizan son cíclicos, lo que ahora está dejando de estar de
moda en unos años será “la nueva tendencia” con leves modificaciones.
En el
fútbol se nos han mostrado muchos cambios a lo largo de los años en el parado
de los equipos y sobretodo en cómo jugar. Un ejemplo o un referente de los
últimos años ha sido el Barcelona de Pep Guardiola, un equipo que tomó las
bases del “fútbol holandés” dejado por el previo entrenador, Frank Rijkaard, y
lo juntó con los talentos y virtudes requeridos en otro deporte, el fútbol
sala.
La fórmula
holandesa se basa principalmente en la posesión del balón, pero no es sólo
tenerla por tenerla sino darle un buen manejo, mantener la posesión en sectores
ofensivos de la cancha utilizando un par de teorías o refranes del fútbol; “La
pelota es floja y siempre cae en la portería que tiene más cerca” y el “No hay
mejor defensa que el ataque”. Con estos conceptos es que equipos como el Ajax
de los 80’s y el Milán de los 90’s consiguieron ser las grandes referencias y
los resultados y logros magníficos que disfrutaron. La selección “Oranje”
maravilló a todo el mundo con este fabuloso estilo de juego, pero por desgracia
sólo pudo conseguir la Copa Europea en Alemania 1988 pero nunca una Copa del
Mundo.
El Barcelona
de Guardiola tomó el modelo y lo adaptó a los jugadores con los que contaba
además de agregarle un elemento adicional. Una de las principales fortalezas
del juego holandés era los desbordes por las bandas y centros al área, con
buenos carrileros y extremos y contando con un 9 de garantías, como lo eran Van
Basten o Gullit, teniendo siempre el respando de grandes medio campistas, como
Cruyff o el mismo Rijkaard. En el conjunto blaugrana esto era imposible, porque
a pesar de tener grandes medio campistas, carrileros y extremos, no había un 9
para este estilo de juego, un centro al área era prácticamente un balón perdido
para los de Pep por la falta de altura de su delantero.
Ante este
problema el entrenador de Sampedor decidió incorporar uno de los elementos
básicos del fútbol sala. Las paredes constantes y los pases rápidos, éstas
virtudes son la base de éste deporte por las pequeñas dimensiones de la cancha
que hacen imposible conducciones largas o driblar rivales. Ante los espacios
reducidos que se enfrentaban los blaugranas, la habilidad de tocar con rapidez
y realizar dos o tres paredes de forma consecutiva abría espacios y generaba
oportunidades claras de gol.
Sin lugar a
dudas era una propuesta arriesgada y revolucionaria pero una vez que los
jugadores entendieron el modelo pudimos ver uno de los equipos más exitosos
de la historia de este deporte. Un estilo que ha sido copiado por otros grandes
equipos y que ahora inclusive continúa evolucionando.
Uno de los
principales artífices de la evolución de este estilo de juego ha sido Antonio
Conte; el entrenador de la Juventus decidió transformar la forma de juego de la
Vecchia Signora y le pareció que el estilo de Guardiola era un buen punto de
partida pero con sus respectivos cambios.
En este
caso, para Conte es más importante tener un buena presencia en el medio campo pero
con dos hombres en punta y prescindir de un defensor, jugando entonces con
línea de tres en el fondo, luego cinco mediocampistas formados por dos
carrileros, un contención y un medio creativo todos “flotando” alrededor del
talento especial del Andrea Pirlo. Arriba juega o con dos puntas natos o con un
medio punta y un solo 9, quizás el punto más débil del equipo pero no del
planteamiento.
Esta
propuesta ha cambiado totalmente al fútbol italiano. Al grado que inclusive la
selección Azzurri ahora juega de esta misma manera y llegó a la final de la
pasada Copa Europea contra todo pronóstico.
Seguirán
viniendo nuevos cambios, evoluciones, adaptaciones de otros modelos o modelos
del pasado, siempre pensando en tener una ventaja táctica sobre el rival. Y es
que el nivel competitivo de hoy en día hace que cualquier factor, por pequeño que
sea, marque la diferencia entre llevarse un campeonato o quedarse en el camino.
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