viernes, 22 de junio de 2012

Finales NBA

Terminó la temporada de la NBA y los Miami Heat se impusieron de forma rotunda a los Oklahoma City Thunder para sorpresa de muchos.

Como todas las finales, cualquier cosa podía pasar y más dado el nivel de los jugadores de Miami, con LeBron James, Dwane Wade y Chris Bosh; por su parte el Thunder llegaba con el líder anotador Kevin Durant y un gran Russell Westbrook. La mayoría pensábamos que sería una serie pareja que se la terminaría llevando el Thunder en 6 o 7 partidos; al final nada más lejos de la verdad, a pesar de ser partidos muy parejos y emocionantes el dominio del Heat fue casi constante para llevarse la serie en tan sólo 5 partidos perdiendo únicamente el primer encuentro.

Mucho tenían los aficionados del Thunder para ilusionarse, no sólo la calidad de los jugadores en su plantilla o bien el haber eliminado a los últimos campeones del Oeste, entre ellos al mejor equipo de la conferencia ganándole 4 encuentros de forma consecutiva; sino además habían visto como el Heat había sufrido en todas sus eliminatorias, estuvo abajo contra Indiana y al borde de la eliminación contra Boston. Pero después de estar 2-3 abajo en la serie con los Celtics el conjunto de Florida empezó a mostrar un nivel impresionante donde, no sólo se llevó las finales, sino mostró un nivel casi inalcanzable. Y la clave de este éxito me parece que está siendo ignorada, el regreso de Chris Bosh.

El Ala-Pívot de los Heat estuvo lesionado durante el final de la serie con Indiana y el comienzo contra los Celtics, al principio muchos pensaban que el equipo no lo sufriría de sobremanera teniendo a jugadores como James o Wade pero la verdad es que las opciones que da Bosh a la ofensiva y defensiva son muchas más que las que puede dar Haslem o Battier. En realidad no estuvo enteramente recuperado hasta el primer o segundo juego de la serie final contra el Thunder y la diferencia fue bastante notoria.

Muchos le atribuirán el éxito a la estrella Lebron James o bien a James y Wade, pero me parece que, a pesar del rendimiento descomunal del “Rey”, el verdadero campeón o MVP de estas finales fue “el conjunto”. La manera como Chalmers, Battier y Miller subieron sus porcentajes en cancha y sobretodo en lanzamientos de tres puntos puso en predicamento constante a la defensiva de Oklahoma que ya no sólo se tenía que preocupar por los de siempre sino también tenía que cuidar a los “secundarios”. Si a esto le agregamos el regreso en forma de Chris Bosh, el equipo de Miami volvió a ser lo que sus fanáticos deseaban, imbatible.

El Heat se lleva las finales sin ningún tipo de objeción, mostraron un nivel impresionante y supieron manejar la presión en momentos determinantes, quizás lo más gris de las finales vino del lado de Oklahoma; insisto no es por quitarle méritos al Heat, pero que un equipo lo haya hecho muy bien no priva al contrario de hacer las cosas mal.

Harden había sido una pieza fundamental durante las fases previas y durante la final no dio la talla, no se podría hablar de presión o falta de madurez ya que a pesar de su joven edad es todo un veterano de la NBA. Durant hizo lo que pudo pero sufrió demasiado a la defensiva, Westbrook también tuvo grandes partidos pero no pudo manejar al equipo en los momentos claves. La falta de experiencia del equipo, y el técnico, pudo con el OKC que al final no dio la suficiente resistencia y se vio abrumado por las circunstancias que lo rodearon.

Ha sido un torneo con muchísimo nivel, hemos visto jugadas espectaculares, remontadas históricas y récords establecidos. Espero por el bien de la NBA que sigan subiendo el nivel y equipos olvidados como los Pacers o los Sixers o bien equipos “pequeños” como los Grizzlies sigan siendo capaces de sorprender y de llegar a alturas importantes. Por el otro lado, esperemos que el nivel visto en las finales no baje y que la próxima temporada continúe brindado grandes emociones. Muchas felicidades al Miami Heat y a todos sus seguidores, ya se les había negado el título mucho tiempo.

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